Los adalides de la corrección política repiten: “la libertad de expresión debe tener unos límites”. Y, por supuesto, ellos saben dónde ponerlos. No tú. No yo. Sólo ellos. Los antiguos vigilantes de la moral pública son ahora los cuidadores de la línea, quienes la trazan y custodian.José A. Pérez en Mi mesa cojea
Juan Carlos: “Queridísimo papá…”.
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Nieves Concostrina relata, en Público, la carta que Juan Carlos dirige a su
padre el 15 de julio de 1969: “Acabo de volver de El Pardo, adonde he sido ...
Hace 23 horas


3 comentarios:
jo, que foto has puesto...
¿Me prestaría su camiseta verde pistacho?.
Bisitos de Domingo.
Nan, adecuada al texto.
Anona, si me la cuida bien...
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