Rant. La vida d'un assasí en sèrie,
Chuck Palahniuk. Supongo que algún día leeré
El Club de la Lucha y entonces entenderé dónde coño le encuentra la gracia la gente a
Palahniuk, porque yo, la verdad, no se la acabo de ver.
Fantasmas tenía historias mejores e historias peores, pero al menos había una línea definida. Esta empieza como una versión chusca de
A sangre fría de
Capote, para acabar derivando en una cosa como de ciencia ficción de serie B con una sociedad distópica, accidentes de coche provocados, conexiones neuronales, viajes en el tiempo y gente que es su propio padre. Además, el título lleva a engaño, porque Rant NO es un asesino en serie, sólo desencadena una plaga de rabia (que no es lo mismo). La traducción al catalán, además, es mala con ganas. El traductor debería saber que los cultismos se han de usar cuando procede, y poner cultismos en boca de
rednecks, pues como que no. 4.
Perelandra. Un viaje a Venus (Trilogía Cósmica II),
C.S. Lewis. Pues si de la primera parte dije (y sostengo) que me encantó, de esta tengo que decir todo lo contrario. No sólo no es ni una cuarta parte de entretenida que la primera, sino que además, donde en aquella había un resabio de moralina cristiana, esta es de principio a fin una reformulación del mito del Génesis (concretamente, del capítulo la manzana de Eva) donde lo cambia todo para que todo siga igual, subrayando el "que bueno es dios todopoderoso y qué malo todo lo demás". Prescindible no, tóxica. 1.
Dagón (Mitos de Cthulhu I),
H.P. Lovecraft (relectura parcial). Seguimos con el tito
Howard. No acabo de entender qué criterio siguió
Alberto Santos para ordenar los cuentos, pero este volumen (
Historia del Necronomicón, Dagón (que no entiendo por qué está en los Mitos, y no en el ciclo, cuando Dagon es un Primigenio por pleno derecho),
La ciudad sin nombre, El sabueso, La ceremonia, El modelo de Pickman y
El desafío del espacio exterior) no tiene nada reseñable (lo mejor de él es el cuento que le da título), y encima incluye uno de los cuentos que escribió en colaboración... pero sólo la parte escrita por
Lovecraft, con lo que queda un poco bastante cojo. Para completistas, vamos. 4.
Guardias! Guardias!,
Terry Pratchett (relectura). Primera de las novelas sobre la Guardia Nocturna de Ankh-Morpork, presentando a personajes tan imprescindibles para la existencia de la realidad como el Patricio, el capitán Vimes o el agente Zanahoria (algo así como un cruce entre
don Otto y el
Paco Martínez Soria de
La ciudad no es para mi). Y salen dragones. Grandes, crueles y destructivos. Una gran reflexión sobre el poder, la arrogancia, la responsabilidad y la importancia de que cuando haces algo cuya probabilidad sea de uno entre un millón,
realmente sea de uno entre un millón. 8.5
Coraline,
Neil Gaiman. Probablemente lo más flojo que haya escrito
Gaiman, un cuento infantil con
demasiado aspecto de cuento infantil. La película que se basó en la novela es realmente una adaptación muy buena, todo hay que decirlo, aunque se invente cosas (buenas -la muñeca- y malas -el otro niño-), alargue hasta el aburrimiento las escenas de seducción y sea muy colorista y pirotécnica, cuando el libro es mucho más oscuro (en todos los sentidos). Pasable. 6.
La Tumba (Relatos de terror I),
H.P. Lovecraft. Primera de las selecciones de cuentos "fuera de ciclo" de
Lovecraft, aunque varios de los cuentos incluídos (
Más allá del muro del sueño,
Hechos tocantes al difunto Arthur Jeremyn y su familia y sobretodo
Del otro lado y
El templo) podrían encuadrarse perfectamente dentro de los Mitos. De los cuentos restantes,
La tumba y
El viejo terrible son dos delicias góticas muy
à la Poe (especialmente el primero), y
El grabado en la casa es un sorprendente (sobretodo por la fecha, 1920)
splatter, clara inspiración inconfesa de
Las colinas tienen ojos y sus derivados. Bastante bien. 7.
El ansia,
Whitley Strieber. Tenía en mente la película (bueno, tenía en mente lo que recordaba de la película: Un
Bowie ultraviolento con un fantástico maquillaje de envejecimiento, un bollo en gravedad cero entre la
Sarandon y la
Deneuve, mucho
flou y que no se entendía nada de lo que pasaba), así que lo cogí con muuuucha precaución. Y no, oiga. El libro explica las cosas, todo lo que pasa tiene un sentido, da una explicación biológicamente plausible del vampirismo (aunque luego la caga metiendo un apunte sobrenatural que no viene a cuento de nada, pero sobre el que pivota toda la historia) y, sobretodo, lo contrario de un final feliz para una novela que NO puede tener final feliz. 8.5.
Ladrón del Tiempo,
Terry Pratchett. Así dicho mal y pronto: La nieta de la Muerte y el hijo del Tiempo (que a su vez es el Tiempo mismo, un monje pseudo-budista, un relojero loco y un miembro del Gremio de Ladrones de Ankh-Morpork) se enamoran. Y luego aparte pasan otras cosas. Sí, en el MundoDisco esas cosas tienen sentido. Vuelvo a parar la relectura en orden para leerme este, que me lo regaló mi hermano por mi cumpleaños. Una parodia de las películas de viaje iniciático con sensei oriental y una crítica despiadada a, entre otras cosas, los psicopedabobos. Ah, en el resumen anterior hay un spoiler.
Galletitas!. 9.5.
Esa horrible fortaleza (Trilogía Cósmica III),
C.S. Lewis. Si la anterior la definía como "tóxica", esta es aún peor. Maniquea hasta la náusea, ya ni siquiera es que flote en moralina, es que directamente tiene ánimo evangelizador. Cerca de quinientas páginas ensalzasmo el cristianismo preconciliar (y hablo del concilio de Nicea), atacando a la ciencia y ciscándose en el Ciclo Artúrico. Por lo menos está algo mejor escrita que
Perelandra, pero en cualquier caso huyan de ella como de la peste. 2.
El Clérigo Maligno (Relatos de Terror II),
H.P. Lovecraft (relectura parcial). Los caminos del editor son inexcrutables. Por qué a un volumen que lleva el
Herbert West, Reanimador, uno de los cuentos más divertidos, salvajes y conocidos de
Lovecraft, se le pone como título el de un cuento que, según el propio editor, es una obra menor? Pues eso. 7.
Olvidado rey Gudú,
Ana María Matute. Cosa más larga, ridiela... Un cuento (muy) largo, con sus reyes, sus reinas, sus princesas, sus hadas, sus trasgos, sus violaciones, sus incestos y sus dosis imprescindibles de ultraviolencia y sexo. La idea está bien, la historia está bien (si aceptamos el hecho de que es un cuento de hadas más o menos chusco, que deja el mismo regusto en la boca que los telefilmes fantástico-infantiles de Telecinco,
Fantaghiró y compañía), pero... o la edición es pésima, o
Ana María Matute se ha olvidado de escribir, porque telita. Me decanto a que es cosa de la edición. Pero, en cualquier caso, es demasiado largo. 5.
Fausto Eric,
Terry Pratchett (relectura). Volvemos a la línea temporal
normal del Mundodisco, y en concreto al ciclo de Rincewind. Parodiar a la vez Fausto, las historias de exploradores españoles tocándole los huevos a los indios mesoamericanos mientras buscaban la fuente de la eterna juventud, la guerra de Troya, el principio del Génesis, el Infierno de
Dante y a la burocracia (así, en general) en uno de los libros más cortos del Mundodisco es difícil, y
Pterry no acaba de salir con bien del intento. Flojea, cuando podría haber sido grandioso. 8.
La melancólica muerte del Niño Ostra,
Tim Burton (relectura). Pues lo que dice el nombre. Poemas entre grotescos, siniestros y simplemente emos del tío entre grotesco, siniestro y simplemente emo ese que hace películas. Sobre niños. Con traducción (muy) creativa. Para pasar el rato. 6.5.
El Caos Reptante (Colaboraciones I),
H.P. Lovecraft. El completismo es lo que tiene, que te obliga a leer cosas tan, en general, innecesarias como esta. Salvo el pulp en estado puro de
Cenizas y la pasada necrófila de
Los amados muertos, los otros cinco cuentos si nunca hubiesen sido publicados no habría pasado nada. 3.
El Proceso,
Franz Kafka. Que por qué me pongo a leer esto, si ya
La metamorfosis me pareció un coñazo de la peor especie? Pues porque soy idiota. Aburrido, absurdo e insufrible. Quién decidió que esta...
cosa debía ser un clásico? 1.
Imágenes en acción,
Terry Pratchett (relectura). A medio camino entre el ciclo de los magos y el ciclo de las sin-ciclo (técnicamente el protagonista es un mago, pero la aparición de los magos, en el fondo, es más que anecdótica), esta novela es una glosa del cine, de la magia del cine (que no es magia de magos, ni cabezología, pero es) y de sus peligros. Lo que el viento se llevó, Intolerancia, King Kong, Lassie, Blancanieves, El Ángel Azul... Y las Criaturas de las Dimensiones Mazmorra, claro. Cine cine cine, más cine por favor. 9.
L'anarquista nu,
Lluís Fernàndez. Una cosa de travestis valencianos de mediados de los setenta, exiliados por nunca-se-supo-qué, sexo, cuernos, violencia, la Cheperueta, amores, desamores, bodas, accidentes, asesinatos y suicidios, todo en tono epistolar chungo, de aquel que hasta que no lo has acabado no puedes hacerte una composición de imagen para enterarte de qué iba la película... y en este caso, ni eso, porque no hay una historia, es un vidas cruzadas sin hilo conductor claro. Con párrafos absolutamente hilarantes, párrafos profundamente filosóficos y párrafos conmovedores-de-soltar-la-lagrimita. Wraro, wraro, wraro. 5.
El caso de Charles Dexter Ward (Mitos de Cthulhu II),
H.P. Lovecraft. Per Adonai Eloim, Adonai Jehova, Adonai Sabaoth, Metraton On Agla Mathon, verbum pythonicum, mysterim salamandrae, conventus sylvorum, antra gnomorum, daemonia Coeli God, Almonsin, Gibor, Jehosua, Evam, Zariatnatmik, veni, veni, VENI! Genial. 9.5.
Réquiem por un campesino español,
Ramón J. Sender. Que empiece a sonar (lo prometo)
don Roque de
Cecilia cuando empiezas a leer esta novela, es serendipia. Que justo cuando acabas de leer esta novela suene (se los juro)
don Roque de
Cecilia es ironía del destino. Que haya habido motivos para escribir esta novela, es hijoputismo. Y que haya quien aún quiera negar y tapar cosas como las que en ella se cuentan, es porque son unos hijos de puta. 10.
El Segador,
Terry Pratchett (relectura). Dos novelas en una: Por una parte, qué pasa cuando los burócratas del Universo deciden que la Muerte no hace bien su trabajo, la echan y ella (él?) se retira en una granja perdida en un pueblo del Medio Oeste de las Montañas del Carnero. Y por otra, qué pueden hacer los magos cuando los muertos empiezan a no poderse morir (porque la Muerte ha sido despedida, claro) y de rebote un centro comercial comienza a parasitar Ankh-Morpork. Tan hilarante en la forma como profunda en el fondo. 9.5.