martes, 19 de agosto de 2008

Mis queridos drugos

Ustedes me conocen. Saben que no soy para nada una persona violenta. Que siempre he abogado por el diálogo, la concordia y, en casos extremos, el veneno. Pero la violencia física me repugna. Ahora saldrá algún listo a preguntar que cómo es posible combinar eso con mi gusto por el cine gore salvaje, y yo, muy educadamente, le enviaré a la mierda. El gore es falso, y yo se (y cualquier persona con un dedo y medio de frente sabe) que es todo mentira y que en realidad no hay violencia. El sadomaso tampoco cuenta. No es violencia, sino sexo. Hay poca diferencia, cierto, pero hayla.

Y no sólo deploro la violencia cuando soy parte implicada, sino en general, y a cualquier escala. Igual de repugnante me parece el que patea a un perro callejero como el que invade un país sin haber sido invitado. Especialmente repugnante me resultan los casos de violencia en el ámbito familiar. Niños, niñas y helados de piña: A la gente, en general, no se les pega, pero a la gente a la que se quiere (o se dice querer), menos (insisto, el sadomaso queda FUERA de todo lo que estoy diciendo, primero porque ha debido ser previamente consensuado por las partes en conflicto, y segundo porque siempre debe haber una palabra de seguridad ante la cual se acaba el juego). Y si alguno de ustedes tiene la intención de matar a su pareja y después suicidarse, recuerden que lo correcto, lo adecuado, lo educado y lo aceptable es hacerlo al revés. Primero, se suicidan, y luego ya hablaremos.

Es por estas convicciones morales mías por lo que me chocó tanto la escena vivida el otro día en el metro. Composición de escena: vagón de metro cuasi vacío, entran tres chicas que por su aspecto debían estar en el primer tercio de la veintena, si llegaban. Las tres muy guapas, las tres vestidas para ir de caza mayor, y una de ellas, al menos, gitana. Y hago notar esto último porque créanme si les digo que hay pocas cosas que quiten más el aliento y la sangre del cerebro que una gitana guapa vestida para matar. Desgraciadamente, en este caso el efecto se veía disminuído por un ojo a la virulé y un brazo vendado.

Entran, digo, al metro, hablando de sus cosas a voz en grito (así como hablan los jóvenes y las jóvenas de hoy en día) y uno, que es de natural cotilla, y que además en este caso no se sentía cohibido por el hecho de que no es que estuviesen hablando entre susurros, pues pone la oreja.

Y tía que qué mal rollo que no iba a poder ver a su novio durante más de un mes porque la zorra de la fiscal había pedido una orden de alejamiento y que a ver quién era la zorra de la fiscal para pedir nada si ella no había denunciado, que habían sido los del hospital cuando la habían ingresado, y que total que había sido sólo una vez que se había emborrachado y se había pasado un poco y que normalmente no la pega tanto y que total no la había matado ni nada y que había intentado ir a ver a la jueza para que revocara la orden de alejamiento, porque ella le quiere y quiere estar con él, pero que la muy puta se había ido ya de vacaciones y que ahora no iba a poder ver a su novio durante un mes porque si no lo meterían en preventiva hasta que se hicera el juicio y que ya ves tu qué putada le habían hecho.

Y las otras dos idiotas integrales dándole la razón. Y repito, no estoy hablando de marujas criadas en una sociedad de "en casa y con la pata quebrá", estoy hablando de niñas que no habían cumplido los veinticinco.

Y que nadie me salga con un "claro, es que son gitanos y". Al menos, una de las subnormales esas era tan paya como yo. Y recuerdo yo un patriarca de Santa Coloma que, por sus santos cojones, limpió Santako de caballo allá por los ochenta. El qué fue de los camellos, me imagino que nadie lo sabe ni le importa. Y que ante un caso así, el novio de la niñata esta no hubiese encontrado agujero bajo la tierra donde esconderse.

Insisto, deploro la violencia como el que más. Pero en ese momento, sólo tres cosas pudieron evitar que la emprendiese a patadas contra su cabeza, a saber: a) Que llevaba las bambas, y no las botas, y me podía hacer daño en el pie; b) que no quería mancharme las bambas con esa mierda humana; y c) que con las pintas de esquinete que me gasto últimamente, no me iban a dejar ni explicarme.

Pero qué ganas me entraron, por todos los dioses...

Hace 309 posts...

16 comentarios:

Brie dijo...

Esas son carne de cañón... si te quedaste con su cara, cualquier día de estos la ves en la tele, que su amado y querido novio la ha destripado con un pelapatatas. También a mi me han entrado ganas de ahostiarla, pero imagina que escucha la conversación una víctima de maltrato (hombre o mujer, da igual). Soy yo y la tiro al metro -eso no mancha las bambas si no te salpica-

Daniel Muñoz Vera dijo...

Yo no habría recurrido a la violencia física. Les habría hecho una foto con el móvil. Luego la habría pasado por el Photoshop para darle tono sepia y añadirle el texto WANTED: BRAINS y lo habría colgado a mi blog.

starfighter dijo...

Pues sí, candidatas a aparecer en la sección de Sucesos. A veces pienso que el Australopithecus tenía más cerebro que la mitad de la población actual, lo que nos queda por ver...

Sota dijo...

Brie, cachos de carne con ojos de cañón, sí. Y no jodas, que con lo mal que va el metro de Barcelona ya es lo que faltaba, ir tirando gente a las vías...

Shimo, en serio... de qué planeta bajas?

Star, que por lo que decía la calé no había salido ya en Gente de milagro, que la denuncia la pusieron de oficio en el hospital donde tuvieron que ingresarla por la paliza que le había dao su churri...

Chache dijo...

Dicen que en el pescao está la penitencia...

Ginebra dijo...

Joder, qué pena.

Tony Tornado dijo...

No doy crédito.
Por otra parte, me ha enternecido lo de las bambas. Yo lo decía cuando era cani y sólo de imaginarte a ti de cani me da la risa y la ternura...

Eskinete? ¿Cuándo quedamos y me das lo mío?
Dior, qué palote me he puesto!

Casta dijo...

Si es que a veces las mayores enemigas somos nosotras mismas, que al tio lo que tenía que hacer era cortarle algo con el jamonero

Anónimo dijo...

La culpa es de las jueces y las fiscales que actúan como zorras. Si hubiesen sido hombres alguno de ellos seguro que otro gallo cantaría, como se puede ver con frecuencia en múltiples casos similares o peores.

Small Blue Thing dijo...

La idea de Dani el Mutante no es mala, que conste.

Respecto a tus precauciones étnicas, añade que ni siquiera sabemos si el novio es gitano: las hostias no tienen color, y la estupidez tampoco...

... como se deduce de las declaraciones que ha hecho la imbécil de Majadahonda, más paya que yo (y bastante pallá), que encima tiene a su defensor hecho una braga en el hospital.

A veces me pongo Fétida y me entran unas ganas de fusilar...

Nils dijo...

qué gente más estupida, la verdad

Nepomuk dijo...

Eso que empezar diciendo que deploras la violencia y terminar diciendo que le molerías la cabeza a patadas te ha quedado cantidad de paradójico...

Mira... mientras la niña haga lo que quiere hacer y sea currada con consentimiento por su parte... allá ella. No hay que darle más vueltas. De todas formas, seguramente ninguna de ellas nacieron en el ambiente en el que naciste tú, ni se criaron con la información de la que disponías tú, ni han crecido con el respeto con el que has crecido tú con lo cual...

... resulta imposible que ambas partes lleguéis nunca a entenderos mutuamente.

Shanks dijo...

Y que yo siempre he pensado que si un tio me levanta la mano, la pierde y además su condición de tío (vamos que le arranco a bocaos lo que haga falta).
No entiendo a esas chicas. Hasta ahora podía llegar a entenderlo(mujeres con miedo a dejar a la pareja, los hijos, que no habían trabajado nunca, etc.)
Pero a éstas? No, no las entiendo.

Sota dijo...

Chache, no, lo que está en el pescao es el anisakis.

Ginebra, pues no se si pena o asco, qué quieres...

Tony, en qué quedamos? Te doy ternura, o te doy lo tuyo? Si es que no te defines y así no vamos a ninguna parte...

Casta, como mínimo.

Logan, cada vez estoy más convencido de que la culpa fue del cha-cha-cha. O algo.

Pitu, no es mala, es peor. Podría valer si esto fuese El País (aunque el tipo de portada es más de Público), pero en un blog que leen cuatro gatos... pues no. Lo de las precauciones étnicas creo que no me has entendido. Una gilipollas es gilipollas sea paya, gitana o zulú. Pero si con las pintas que llevo y que tanto ponen a Tony le hago algo a alguien de etnia no-caucásica, y me pillan las cámaras del metro, no me dejarían ni explicar cuales eran mis motivos antes de lincharme. Con toda la razón ojo, pero en este caso la razón se volvió contra mi y contra los intereses de la humanidad. Y de fusilar nada: gaseotecas públicas ya!

Nils, me parece que lo de "gente" es demasiado amable. Ganado, y aún gracias.

Nepo, soy consciente de mis contradicciones. Pero imagínate hasta que punto me sacó de mis casillas si siendo antiviolento como soy, me entraron ganas de sacarle las tripas y hacerme un cinturón con ellas.

Shanks, la condición de tío no la da la polla. Pero sí, lo menos que se merecía el gachó era una ablación testicular con un serrucho oxidao.

Tony Tornado dijo...

Dame lo mío,mejor. La ternura la dejamos post coito, que ya me huelo como te las gastas.

Y es que sabes que contigo hasta el fin del mundo, neng.

Anónimo dijo...

Con ese raciocinio van la mayoría de las maltratadas por la vida, poniendo en peligro la integridad de quien las intente defender. Llegó un momento después de hacer mía esa causa en que me desentendí y decidí que allá se las apañen.
Y que conste que soy de las feministas con callo, y no de la nueva hornada.
Salud y república

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