lunes, 31 de octubre de 2005

Noche de ánimas (II)

Él sí que lo sabe, pero no habló.
Tu lo callaste con resignación.
A veces pienso que el enterrador
Sube los precios sin ton ni son.

Eran otros tiempos cuando el doctor
conseguía todo a su justo valor.
La ciencia entonces nos abandonó,
el Vademecum anatemizó.

Te he visto hacer una genuflexión,
no me gusta nada la contradicción.
Es ya de noche, vamos a salir.
Ya sabes dónde tenemos que ir.

Faltan pocas horas para el despertar,
cuando el gallo cante hay que terminar.
No me ayudas nada, vas a entorpecer.
La labor de años echas a perder.

Carne
huesos y tú.
Carne
huesos y tú.
Carne
huesos y tu
carne.


Carne, huesos y tú, Alaska y Dinarama, 1984.
Imagen del osario de la iglesia de Santa María de Wamba (Valladolid)

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