Y no, las Doncellas Humilladas no son un grupo de drags que se dediquen a hacer playbacks por garitos de más o menos mala muerte, pese a que lo parezca, que lo parezcan y que la cosa no ande tan alejada de la realidad como pudiera parecer a primer golpe de vista.
Hablo de la
manifa antiabortista de ayer. La "
marea roja", como se autobautizaron, probablemente sin saber lo que significaba el término. Más de medio millón de personas según la organización, un máximo de menos de cincuenta mil
según el manifestómetro (como ustedes saben, los manifestodromenses son los únicos que dicen
cómo cuentan a los asistentes, así que, ante la duda, el valor que dan ellos tiene más validez que cualquier otro, que no está uno para hacer actos de fe a estas alturas del curso). No tengo datos de lo que dijo la policía, pero vistas anteriores manifestaciones de similar signo en el mismo lugar, apuesto porque se acercan más a la primera cifra que a la segunda. En cualquier caso, mucha gente emperrada en (mal)gastar su tiempo en decirle al resto de la gente lo que tienen que hacer o dejar de hacer con su cuerpo ("su" del resto de la gente, no "su" de los manifestantes, quede claro) y, lo que es peor, forzar a que se legisle según lo que ellos creen que el resto de la gente debe hacer con ellos mismos y sus organismos (de nuevo, "ellos" y "su" del resto de la gente, no de los manifestantes). Cosa que nunca entenderé, pero ya saben que yo soy un rogelio libertino (que no
liberal, esa es
Esperanza Aguirre, furibunda antiabortista) que considera que no es asunto suyo con quién se vaya a la cama el vecino (siempre y cuando todos los que estén en esa cama estén de pleno consentimiento), qué se meta en el cuerpo el chaval del parque (siempre y cuando eso no supongo un riesgo sanitario para mi) o lo que haga la señora que me vende el pan con su útero (que para eso es suyo y de nadie más). Y sí, ya se que esa concepción de la vida coincide perfectamente con lo que en España se ha llamado "liberal" desde siempre (bueno, desde el XIX), pero como no quiero que me confundan con la Cólera de Dios, pues eso.
Inciso: Pensaba yo hacer para esta manifa como hice para el primer akelarre que montaron los del (me) For(r)o
de (con) la Familia, los Obispos y el PP contra la ampliación del derecho a contraer matrimonio al conjunto de la sociedad española hace cuatro años (jo, que viejo me siento de golpe...) y
hacerles unos cuantos flyers y pancartas molonas, pero al final entre pitos y flautas se me pasó. Y mira que tenía ideas chulas. Otra vez será.
Volviendo al tema, me perdonarán que pase por alto la no asistencia a la manifestación del PP como tal (que en breve vuelve a haber elecciones, y las y los abortistas también votan), aunque si hayan ido altos cargos del partido "a título individual", la no asistencia institucional de los obispos (que en breve toca hacer la declaración de la Renta y podría haber gente que pusiese a Cáritas en un plato de la balanza y a su reconsagrada hipocresía en el otro y decidiese dejar de marcar la casilla de la iglesia), aunque se esperase la asistencia de varios "a título individual", el desmarque de la misma del (me) For(r)o
de (con) la Familia (se ve que para el señor
Maligno Blanco una familia con abortos sigue siendo una familia, pero una con dos papás o dos mamás no), en las consignas gritadas contra Zapatero (porque esto no era una manifa con intencionalidad política, qué va) ni en las múltiples banderas españolas que se pueden ver en el vídeo del Manifestómetro (que no es que me moleste, pero... están queriendo dar a entender que los que estamos a favor de la despenalización del aborto no somos españoles? Porque eso sí que me molestaría). Ni siquiera me voy a meter en discusiones filosóficas sobre si un feto es un organismo vivo o no (porque no hay debate: un adulto está tan vivo como un niño, que está tan vivo como un feto, que está tan vivo como una mórula, que está tan viva como un espermatozoide o un óvulo,
que son células haploides, pero vivas. La vida es un continuo sin interrupciones. Pero por debajo de las 22 semanas de gestación no se ha logrado, ni siquiera aplicando métodos artificiales -esos que tanto denigran cuando les interesa-, que un feto sea viable, y un feto que no es capaz de vivir por si mismo no es un organismo. Punto). Me limitaré a comentar sobre el baile de cifras.
Como ven, aquí el bias entre los datos de la organización y los datos contrastables está, en el mejor de los casos (para los manifestantes) en un orden de magnitud. x10. No llegamos, creo, a
aquellas manifestaciones que hacía falta que todos los manifestantes estuviesen haciendo
treses de deu amb folre i manilles para encajar a tanta gente en tan poco espacio, pero
déu n'hi donet. Y esto me tenía a mi en un sinvivir, porque no puede ser que en manifas bendecidas (cuando no organizadas) por la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana y Pederasta se nos mintiera (la mentira, feísimo pecado capital) en las cifras de participación. Y hete aquí que el otro día, comentándolo con mi hermano, se nos encendió la luz y dimos con la respuesta que permite explicarlo todo. Y ahora les digo yo que, pese a lo que he dicho en el segundo párrafo, los del Manifestómetro se quedaron cortos, y la organización también. Pero mucho. Tracatrá.
A ver si son capaces de seguir mi línea de pensamiento: Por una parte, dado que al contar los asistentes a una manifestación no se tiene en cuenta la edad de los mismos, y que según esta gente un feto es una persona
en acto, habría que contar también todos los
nasciturus que llevasen las presentes en sus vientres, independientemente del estado de gestación y de si esta iba a llegar a buen puerto o no (por motivos naturales o no es secundario). Pero es que además, dado que tanto los óvulos como los espermatozoides son potencialmente fetos, y por tanto potencialmente personas, habría que contarlos también! Calculen todos los gametos cargados por los asistentes, dividan entre dos (porque si papá no pone la semillita en mamá, la cosa no furula), y súmenlo al total. Bueno, aceptamos un cierto factor de corrección porque (supongo), hasta ellos aceptarán que no siempre que se ponen en contacto un espermatozoide y un óvulo se produce la concepción.
Les van cuadrando ya las cifras? Pues no se vayan todavía, que aún hay más! Porque recordemos que son manifestaciones bendecidas (cuando no organizadas) por los obispos. Y quién es el jefe de los obispos, el que los guía, los ilumina y les dice qué hacer? No, el Papa no, ese sólo es un obispo (el de Roma) al que se le han subido los humos (los de la
fumatta bianca, para ser exactos). Dios! El único (aunque sean tres) y verdadero (según ellos)! Y claro, no se creerán ustedes que dios envía a sus hijos a manifestarse contra el pérfido gobierno y deja a sus ángeles tocándose la lira, no? Y si a
Espe le da el yuyu libegal y suelta a los antidisturbios, qué? Nada, nada,
seguro que todos los ángeles custiodios, ángeles de la guardia, ángeles de base,
arcángeles, principados, potestades, virtudes, dominaciones, tronos, querubines y serafines estaban ahí, como el primero. Bueno, ayer igual les dió el día libre a los ángeles exterminadores, que a estos se ve que lo del aborto (
incluso con carácter retroactivo) no les parece tan mal. Y a todos ellos habría que contarlos también! Y como son espíritu sin cuerpo, pues no ocupan espacio y ni los del Manifestómetro ni los de la organización no los contaron. Y eso es injusto! Que tampoco digo yo que por estar más cerca de dios tengan que contar más (lo que cuentan son las presencias, no la pluma), pero contarlos al menos, sí!
Así que ya ven, el problema no es que la organización y la Comunidad de Madrid den cifras tan absurdamente hinchadas que promuevan a la rechifla y el sano jachondeo (y al cabreo también, porque es intentar tomarnos por idiotas). Es que no cuentan bien! Y me están discriminando a los niños por nacer y a los ángeles del cielo, panda de malas personas!
EDIT: Me dicen que la policía dice que sobre 10.000 personas. Me retracto de lo dicho en el segundo párrafo y hago acto de contricción y penitencia, pues. Pero vamos, otros que no saben contar, ni ná...