Anagramas diabólicos

A los más viejos del lugar les puede haber extrañado que, a estas alturas del curso y con lo que yo he sido, no haya yo comentado nada acerca del sainete de los espionajes en la comunidad de Madrid. Situación esta de vergüenza ajena más que por lo que es (que también), por el cutrerío con el que se ha montado todo el complot. Por si hay alguien que acaba de llegar de Encelado y no se está enterando de qué les hablo, les adjunto un bonito a la par que simpático e intuitivo gráfico explicativo, obra del sin par Manel Fontdevila:


Pero todo tiene explicación. Bueno, no, que esta gentuza sean tan cutres que ni un buen sistema de espionaje sean capaces de montar no se explica, pero en fin. El que no hubiese hablado aún del tema es lo que la tiene. La explicación.

Todo se reduce a simple estética y coherencia en el discurso (tractrá). Porque si la semana pasada les hablé de sexo, les hablé de curas y les hablé de como el Maligno intenta influir a nuestros y nuestras futuros y futuras jóvenes y jóvenas, hoy les explicaré cómo el Maligno YA está influyendo en nuestra vida política. Y eso se relaciona con el Cocidogate porque el catalizador de ambos casos es el mismo.

Esperanza Aguirre.

Pues sí, señoras, señores y demás entes, la marquesa consorte de Murillo es un avatar del Mal, y es ella y no otro quien lo está enmierdando todo y nos está llevando hacia el Apocrilipsis.

No me creen? Necesitan pruebas? Pues sólo tienen que fijarse en su nombre...




Qué me dicen ahora, eh? Qué me dicen?

Que me tome la medicación y deje de postear chorradas, sí, ya...

(sacado de un comentario a Mi Mesa Cojea)