Vale, lo prometido es deuda, vuelvo a dar el coñazo por aquí (suponiendo que me queden lectores). En este tiempo han pasado un montón de cosas que quería comentar, pero... bueno, la falta de tiempo (y, sobretodo, la perrería) han podido más. Supongo que los iré recuperando, pero ya veremos.
En todo caso, nobleza (o lo que sea) obliga, así que empezaré con una petición del oyente:
Rita me preguntaba sobre mi opinión sobre la consulta de la Diagonal.
Para los que no estén puestos en antecedentes, la Diagonal es una avenida que se empezó a edificar en 1884, siguiendo el Plan Cerdà para el Ensanche de Barcelona y cuyo trazado programado no se completó hasta hace cuatro días, con su prolongación desde la Plaça de les Glòries hasta el Camp de la Bota, cruzando la ciudad de punta a punta, y que oficialmente sólo ha recibido el nombre de "Diagonal" durante unos pocos días tras la caída de Barcelona en la Guerra Civil y desde la democracia, habiéndose llamado sucesivamente Avenida de Argüelles, de la Nacionalidad Catalana (y en este momento en el Tribunal Constitucional sienten una perturbación en la Fuerza), de Alfonso XII, del Catorce de Abril y del Generalísimo Francisco Franco. Siendo siempre avenida, salvo en el Plan Cerdà original y en el periodo en que se llamó Diagonal tras la guerra, en las que fue Gran Vía. Pero vamos, que una ciudad con tres Grandes Vías (la de les Corts Catalanes, la de Carles III y esta) igual era un poco excesivo.
Sí, es ESA línea diagonal que se ve en la fotoEl caso es que recientemente el Ayuntamiento decidió hacerle un proceso de chapa y pintura, y para decidir exactamente qué hacer montó un proceso de consulta popular, con dos opciones y media, previsto en la ley para este tipo de cosas. Y claro, se ha montado el pitote al respecto. No me voy a poner a explicar las dos opciones (la media era "ninguna de las anteriores", que todo el mundo entendió como "dejarlo como está"), porque la consulta ya se hizo, fue un fracaso de público (y, obviamente, de crítica) y ganó la que tenía que ganar, que era la tercera.
Empezando por la
excusatio non petita, el proceso es absolutamente innecesario. Pero básicamente porque reformar la Diagonal es innecesario. Efectivamente, la avenida necesita un proceso de chapa y pintura importante, pero no un tuneado completo como le quería hacer. Necesita una mejora de calzadas, que le arreglen las aceras y el firme de las zonas peatonales internas como el respirar, que se racionalice el mobiliario urbano y los carriles bici (ese punto ante el Círculo Ecuestre, donde queda medio metro para pasar entre un kiosko y la parada del autobús, y que hacen pasar el carril bici por ahí!) y que se mejore el transporte público (no haría falta variar la actual disposición de carriles para introducir un tranvía, sólo racionalizar las isletas peatonales, y en el peor de los casos, dado que ya contaban con quitar carriles de tráfico en cualquiera de las opciones, usar uno de los carriles actuales para introducirlo, por ejemplo no haciéndolo de plataforma segregada -es decir, hacer un tranvía como los-de-toda-la-vida, compartiendo vía con los coches- y usando para ello el carril bus), pero no más.
Entre otras cosas, porque tanto la opción
bulevar como la opción
rambla tenían la intención manifiesta de aumentar el comercio y el paseo por la calle, opciones ambas que ahora el Ayuntamiento considera infrautilizadas. Y miren, no. Por la Diagonal no se pasea porque sea un entorno hostil, sino porque: Es una calle demasiado larga como para "pasearla", con una inclinación muy débil pero que cuando te la pateas entera (de las Glorias a la Zona Universitaria, al menos, que es lo que he hecho yo) acaba doliendo, y que no tiene vistas. Salvo el mentado
Círculo Ecuestre, la
Casa de les Punxes o el
Palau del Baró de Quadres la arquitectura que rodea la avenida bascula entre lo soso y lo horrible. Sobretodo cuando tienes cerca el Passeig de Gràcia, Enric Granados o Gran de Gràcia. Y no es cierto que no tenga comercio, sus bajos tienen una tasa de ocupación comercial comparable a la de cualquier otra calle de la ciudad. Pero, salvo (creo) Versace, Dolce&Gabanna y el multimarca fashionvictimista Jean Pierre Bua, no es comercio pijo, del que "da prestancia" (ejem) a una ciudad. Pero es que para eso ya está el Passeig de Gràcia, que, aunque sea más empinado, es más corto y, sobretodo, más alegre a la vista.
Pero dicho esto (que la remodelación no era necesaria) vamos a por la consulta en sí. Que ha demostrado la absoluta hipocresía de muchos. Porque esta consulta no se decidió el mes pasado, sino hace dos años dos, en pleno del Ayuntamiento. La consulta y las opciones. Y los únicos que votaron en contra, y que por tanto se han mantenido coherentes, fueron los del PP. CiU, que junto a su coro mediático ha aprovechado para echar los perros sobre el alcalde, voto a favor. A la consulta, a las opciones,
y al presupuesto de la consulta. Presupuesto que se ha disparado, que ha costado un congo, que se han intentado hacer pijotadas de voto telemático carísimo (y al parecer, poco seguro) que no eran para nada necesarias y por el que hay que pedir cabezas (y ya han rodado), pero eso no es un problema de que se haya hecho la consulta, sino de
cómo se ha hecho. Que la obra iba a ser muy cara en un momento de crisis en el que el Ayuntamiento no tiene dinero. Bueno, un Ayuntamiento NUNCA tiene dinero, y sobretodo NUNCA tiene dinero suficiente para una operación de este calibre. Pero es que un plan urbanístico (y menos uno de este calibre) no se prepara de un día para otro. Se empieza a preparar hoy para empezar a aplicarlo dentro de cinco años, y para entonces vaya usted a saber cómo estará la situación económica. Que se iba a dejar votar a ciudadanos empadronados (no necesariamente nacionales: ciudadanos empadronados con residencia legal en la ciudad) y a menores de edad (la convocatoria era a partir de los 16, no de los 18). Bueno, teniendo en cuenta que son obras que iban a sufrir, pagar y, eventualmente, disfrutar los ciudadanos (no sólo los nacionales) y que iban a cambiar la fisonomía de la ciudad de forma drástica para los próximos... ciento cincuenta años? (es lo que se ha tardado en intentar cambiarla por primera vez), lo encuentro bastante lógico, la verdad. Que el cambio iba a afectar mucho al tráfico rodado, al generar un cuello de botella en la entrada sur de la ciudad. Es que ese cuello de botella YA existe, a la altura de Francesc Macià el número de carriles se reduce en una cuarta parte. Y lo que está demostradísimo que es los coches se comportan como un gas, ocupan TODO el espacio disponible (por lo que darles más espacio no mejora el tráfico, sino al revés), con la diferencia de que una reducción de volumen no implica un aumento proporcional de la presión del tráfico, sino que esta se mantiene más o menos constante.
Pero la que me ha parecido más curiosa, por no decir graciosa, por no decir cosas menos agradables, es la de que "el ciudadano no sabe de urbanismo y por tanto no debería decidir sobre este tema". Primero, porque ambas opciones estaban bendecidas por urbanistas y el proyecto último lo tendrían que diseñar urbanistas, con lo que la decisión ciudadana se reducía a escoger el
tipo de vía, no su diseño último. Y segundo, porque llevando ese argumento al extremo, los ciudadanos no sabemos de economía, ni de política exterior, ni de cultura, ni de medicina... ni de gobernar un país, en resumen, por lo que EN NINGÚN CASO deberíamos decidir sobre esos temas, no? Qué es eso de que la plebe quiera tener alguna voz (por pequeña que sea) en los asuntos de la élite, como el gobierno? Eso hay que dejárselo a ellos, a los elegidos, a los que sí que saben lo que el necio pueblo necesita! Se empieza dejándoles votar sobre cómo quieren que sea una calle, y se acaba... dándole derecho a voto a las mujeres y los metecos, o algo!
Me siguen, no? Pues eso es lo que han estado defendiendo un montón de grandes padres de la patria y demócratas de toda la vida.
ESO. Sin palabras.
Pero bueno, se hizo la consulta, CiU tuvo su pim-pam-pum contra el alcalde, rodó la cabeza del responsable del desaguisado de la organización, y salió la opción adecuada. Final feliz. Ding-dong, ding-dong, la bruja ha muerto.
Y ahora a otros temas.