jueves, 17 de marzo de 2005

Mabuse

(Nota del abajofirmante:Este post fue escrito ayer, pero por una de esas cosas de la vida, Blogger no me dejó subirlo. Ajo y agua, sigue siendo válido...)

Esta mañana me ha traído mi padre al curro. Pasaba cerca, así que me ha ahorrado una hora de viaje cual sardina enlatada en el metro, soportando malos olores, malos humores y malas educaciones (eso sí, ante todo nada de tabaco, no sea que). Una hora con suerte, claro, porque el servicio que dan es cualquier cosa menos de fiar, y no sería la primera vez (ni la segunda, ni la tercera…) que, de pronto, sin dar ningún motivo, y en plena hora punta, el metro se queda parado en una estación durante más de media hora. En los últimos treinta días, me vengo a referir. Pero bueno, otro día les hablaré del tema (básicamente, en cuanto Atención al Cliente de TMB tenga a bien responderme a la carta de protesta que envié. Continúen en sintonía.

A lo que iba, que me han traído en coche. Ronda litoral, Gran Vía hasta las Glorias, Aragón y a partir de ahí ya me he perdido, que yo la ciudad me la conozco de pateármela y por las tiendas y las cosas que te encuentras por las calles, no por los nombres de las mismas. El caso es que esta mañana (todo lo que llevamos de semana, de hecho, pero hablo del día de hoy) había sobre Barcebollas una nube baja, gris, tristona, que no era la típica nube de mierda cubre la ciudad en cuanto hace dos días que no llueve o hace viento, pero que le daba un aspecto tristón y extraño, como de película de los años veinte.

Lo mismo también era el sueño que llevaba yo, claro. Pero que la niebla rara esa estaba ahí, es un hecho.

Y en esto que, yendo Gran Vía abajo, aparecía en lontananza la figura del mamotreto de la Torre Agbar. Los que conozcan Barcebollas seguro que saben de que hablo, los que no probablemente hayan oído hablar de ella también, porque dio mucho tema cuando se presentaron las primeras maquetas. Es el dildo acristalado gigante que han plantado los atracadores de Aigües de Barcelona junto a la plaza de las Glòries Catalanes. Les pondría una foto, pero no tengo ganas de ponerme a buscarla. Búsquenla ustedes. Y si no, imagínense una polla gigante, un tanto desproporcianda (corta para el grosor que tiene), con un condón de glitter por encima, apuntando enhiesta al cielo. La imagen bascula entre lo ridículo y lo patético, verdad? Lo cierto es que el edificio es una mole fea, desagradable a la vista y que jode por completo el skyline de la ciudad, pero que le vamos a hacer. Todo alcalde de una gran ciudad quiere dejar su pirámide particular a la posteridad, y por lo que parece Clos tiene algún problema freudiano grave, a la vista de su querencia por los “edificios singulares” de formas fálicas (porque hoy estoy hablando de este, pero hay más en construcción o proyecto. Quizá con una forma no tan de polla, pero Freud seguro que acabaría encontrándole forma de polla hasta a una pelota de paddle).Pierdo el hilo de la argumentación, perdón.

El edificio, de por sí, es feo de cojones. Y desagradable a la vista. Pero es que esta mañana, entre la niebla, el sueño, y los reflejos y transparencias del acristalado, y enmarcado por los bloques de pisos que miran la Gran Via en los límites de Barcelona y Sant Adrià, con esa pinta de colmenas de épsilons o de nichos para vivos, era, además, tétrico. Como salido de Blade Runner, Metrópolis o algún steampunk de lujo. Uno se podía imaginar al Doctor Mabuse en los pisos superiores, observando el devenir de nosotros, sus esclavos involuntarios, prestos a ser aplastados como hormigas cuando lo creyera conveniente, maquinando sus planes de dominación mientras fuma un cigarro, lanzando el humo contra los cristales…

Y una vez todas esas imágenes pasaron por mi cabeza, lo que quedó fue una pregunta, que, con su permiso, les traslado: A todos estos grandes arquitectos que hacen edificios futuristas (que, por definición, suelen ser malas adaptaciones de diseños hechos para el cine, el cómic y la ilustración de libros y folletines de fantasía y ciencia-ficción de la primera mitad del siglo pasado e incluso de la segunda mitad del anterior) y tal…

Nadie les ha explicado que esos diseños se hicieron para hacer ver hasta que puntos de despersonalización, horror personal y colectivo y feismo público podríamos llegar, como ejemplo de lo que debía intentar evitarse a toda costa?

Porque vamos, manda güevos…

10 comentarios:

RUFUS dijo...

Vaya crónica nublada te has sacado de la manga. Un día con chofer y no te gusta el paisaje. Yo trabajaba en Glories (plataforma Estratel/Atento) mientras construían el cachirulo de marras. Lo he visto crecer, poco a poco, y en el fondo le he cogido cariño. La he echo mía, la siento como algo propio, veo mi polla en el paisaje (ejem, no malpensemos).lo gracioso del caso, es que, como en todo, hicieron un super reportaje en el 33 explicando todo el proyecto de diseño y construcción. Si se hacia una extracción de las imágenes reales del susodicho edificio, la cosa era potencialmente fascinante. La idea de Gas Natural de tener un edificio emblemático como propaganda perpetua puede salir por la culata, la cual cosa, tiene su encanto socarrón. El caso es que si lo hubieran engendrando en Madrid todavía nos estaríamos cachondeando.

Koopa dijo...

La primera vez que vi dicho edificio en persona... Bueno, ignoraré los comentarios que hizo un amigo mío comparando la estructura con un monumento edificado a su honor...

Ghanima Atreides dijo...

No, me temo que lo que hacen los arquitectos es ver fotogramas "molones" y "adaptarlos" para que hagan "bonito" (traducción: para que les gusten por modernos, futuristas y vanguardistas a aquellos que se los encargan), sin detenerse a pensar en qué impresión dan. Básicamente, agarran la forma, sin ver el trasfondo. Y ya puestos, ni siquiera se detienen a pensar en cómo quedará con el entorno...

Spaulding dijo...

Pues imagínese que yo, cada mañana, cuando me asomo al balcón de mi casa...¡¡¡he de ver esa inmensa polla por cojones!!! Cada día... de mi vida... desde ahora en adelante, tendrñe que enfrentarme a esa apoaclíptica visión.

Tendré que cambiarme de domicilio... o cagarme en la madre del arquitecto.

Kurtz dijo...

Iba a decir algo como parte implicada en el tema que soy, pero el comentario de Ghanima me ha desbaratado.
Es cierto. Los arquitectos no pensamos en cómo quedará con el entorno. De hecho ni siquiera pensamos, a secas. Nos limitamos a ver peliculas de Fritz Lang, Murnau y a leer comics de Moebius a ver si algo nos inspira...
Un profesor me dijo hace tiempo que realmente solo me debía importar lo que opinaran los arquitectos sobre mis edificios, que lo que pensara el resto de la sociedad era irrelevante con lo que respecta a la parte creativa de nuestro trabajo. Entonces le tome por una mezcla de loco y gilipollas.
Hoy no estoy tan seguro de que fuera ninguna de las dos cosas...

Ghanima Atreides dijo...

Mis disculpas Kurtz, por mi anterior comment, pues una vez releido (cosa que no hice cuando lo escribí), suena bastante estúpido, si. Creo que tengo que dejar de comentar posts cuando estoy de mal humor, que aluego sale lo que sale.
Un saludo a todos, y de nuevo mis disculpas a Kurtz.

Anónimo dijo...

Yo también, cuando salgo al balcón y miro para la izquierda... ahí la veo, desafiando la gravedad...

Eso quiere decir, spaulding que vivimos por la zona? O tu la ves desde más allá de glorias? (yo, marina/meridiana)

Pero bueno, toda esa zona está plagada de genialidades, como ese teatre Nacional, que a día de hoy ya se ha gastado más dinero en limpiacristales que en lo que costó la construcción...

Sota dijo...

El TNC? Esa magna obra de la arquitectura moderna, consistente en coger el Partenón, plantarle una chimenea ancha y fea, acristalarlo todo y poner un par de palmeras medio muertas a la entrada?

Gran edificio, vive dios, gran edificio...

Pero vamos, que como bonito-bonito, el Auditori. Que toda su estructura (exterior, al menos) queda a medio camino entre el plateresco y el barroco, de tanto detalle y tantísima complicación...

Anónimo dijo...

Acabo de recordar lo muchísimo que hace que no voy por Barcelona. Y eso que tengo un hermano allí. De esta primavera no pasa

Anónimo dijo...

Sabe? A veces lo ambiguo de la mente humana olvida que los productos que salen de sus manos y de su intelecto, no son nada más que atributos tan o más humanos que él. Es tan fácil criticar, tan snob agregarse a la cultura del "todo es un desastre" o "que asco", pq sencillamente todos lo hacen, y es fácil quizás, pq hacerlo de esa manera simboliza romper con todo, ser diferente, no seguir las normas...
Yo realmente estimado o estimada señorita, buscaría en el fondo de mi, por no indicar que parte afectaría la búsqueda, y extraerí algo sencillo pero a la vez suspicaz: "realmente considero que negar la belleza me hace diferente", pq feo q es? La torre es fea? Pq? Quizás desearía usted una torre cuadrada? O un huevo de torre? O quizás es usted de esas personas que llenarían Barcelona de parquecitos con columpitos y iaias fent la xerradeta? Bueno quizás sería lo mejor, pero también sería tan humano como hacer una torre y creame, m siento orgulloso de saber q en mi ciudad existe algo como eso, no pq sea d quien sea, sino pq se q se ha construido ahi y usted, con esos ojitos, también la puede contemplar como yo.
Busque la parte golosa de todo, ya verá como se le endulza la vida por momentos.
Saluditos.
HACKER

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