Le robo el post a la estupenda Gatopardo. Un idioma a recuperar, sin duda... Ya tardan.
Si la dama se abanica sobre el pecho lentamente, significa: Soy soltera, no tengo novio
Si mueve el abanico en movimientos cortos y rápidos sobre su pecho: Tengo novio, sigue tu camino
Si abre y cierra el abanico y lo pone en su mejilla, le indica al joven: Me gustas
Si coloca el abanico en su sien y mira hacia arriba: Pienso en ti de noche y día
Si sospecha que su amado le es infiel o lo ve hablando con otra joven, se toca la punta de la nariz con el abanico, indicándole: Algo no me huele bien
Si camina impaciente de lado a lado golpeando la palma de su mano con el abanico: Ten cuidado, cariño, por ahí viene la chaperona
Si abre y cierra el abanico y señala hacia el jardín: Esperame allí mi amor, pronto estaré junto a tí
Finalmente, si mira al joven sugestivamente cubriéndose la boca con el abanico, significa que le está enviando un beso, y obviamente, el joven sabe que él es el escogido.
Llevarlo cerrado y suspendido de la mano izquierda: Deseo tener novio.
Llevarlo cerrado y suspendido de la mano derecha: Estoy comprometida.
Abanicarse muy de prisa: Tengo dudas de ti.
Cerrarlo rápidamente: Habla con mi padre, pídele permiso para verme.
Apoyarlo cerrado en el corazón: Te amo con locura.
Apoyarlo cerrado en la frente: Me eres indiferente.
Guardar el abanico cerrado: No salgo hoy de paseo.
Sacarlo del bolsillo: Saldré de casa.
Apoyarlo abierto en los labios: No dudes de mí.
Apoyarlo abierto sobre el corazón: Deseo casarme contigo.
Dar el abanico al novio: Mi corazón es sólo tuyo.
Tomar el abanico del novio: No quiero más amores.
Abierto tapándose parte del rostro: Todo ha concluído entre los dos.
Dejar caer el abanico: Sufro, pero te amo.
Darse golpecitos en la mano izquierda: Me eres simpático.
Mirando con atención el paisaje: Pienso si me convienes.
Darse golpecitos en la mano derecha: Te aborrezco.
Darse golpecitos en el vestido: Tengo celos de ti.
Apoyarlo cerrado en la mejilla izquierda: Soy toda tuya.
Apoyarlo cerrado en la mejilla derecha: Cuidado, mi familia vigila.
Hacer como que cuenta las varillas: Tengo que hablar contigo.
Jugar con el abanico: Estoy impaciente.
Abierto, tenerlo suspendido al revés: Sin tu amor, prefiero morir.
¿No es sublime?
El PP vende otra moto.
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*El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo junto a varios
barones autonómicos del partido.*
Así titulaba David Torres el pasado lunes en ...
Hace 10 horas
7 comentarios:
Tiene buena pinta.
¿cómo hace el galán para decir que ha captado el mensaje?
Urui, si después de enviado el mensaje se gira cabizbajo y se aleja de tí, o bien te tira encima de la mesa más próxima y te folla viva, es que ha captado el mensaje. Para cualquier otro comportamiento, consulte a su médico o farmacéutico.
Dexo, no eres tú quien ha de hacerlos. Sí te acordarías si los necesitases, y además las chuletas se inventaron para algo. Y como último recurso, siempre queda el alejarte cabizbajo si la dama en cuestión no te interesa, o tirarla encima de la mesa más próxima y follartela viva si sí. Que hay que explicártelo todo, pimpollo reventón!
Hay que reconocer que éste lenguaje tiene una ventaja evidente: la economía.
Para usar el lenguaje de las flores con propiedad hace falta disponer de todo un invernadero.
Es un honor ser citada en tu blog, pero el diccionario no es mío, y además, me ha dicho mi madre que está incompleto: había hasta una manera de decir a qué hora acudirían a una cita y todo el abecedario con el que se comunicaban...
Un abrazo
A eso puedo contribuir. Aunque vagamente.
Se podía indicar una cita con fecha y hora. Cito:
"Durante el periodo que abarca desde finales del siglo XVIII a principios del XIX. La técnica de la comunicación adquirió un mayor refinamiento: los abanicos más elegantes estaban divididos en siete compartimientos, inspirados en los siete días de la semana, y la dama, con un ágil juego de apertura y cierre, podía indicar el día para una entrevista. Más aún: bastaba colocar los dados de modo que diesen a entender la hora"
y hasta aquí puedo leer porque en mi libro no viene más.
Buscaba un gesto “abaniquino” con el que preguntar por qué has copiado integro un texto de otro en vez de indicar el enlace y hacer tu comentario, estarás de acuerdo conmigo en que es mucho más ético (puesto que tanto te impactó el artículo) que envíes a tus amigos a visitar el estupendo blog de Gatopardo en vez de apropiarte de sus letras, no crees?
No me apropio de nada, puesto que lo primero que hago es indicar que el post no es mio, sino sacado de otro blog, y doy acto seguido el enlace a este. Técnicamente, cito. No veo dónde está el problema (máxime cuando Gatopardo en persona no se ha quejado...)
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