Bufonadas

Pues para ser domingo no se ha dado mal la cosa. Dos bufonadas, dos, se han perpetrado hoy en esta bendita tierra catalana, modelo de laboriosidad, que decía aquel. A saber:


- La inauguración, en hedor de multitudes (sí, quería escribir lo que he escrito, teniendo en cuenta quien ha ido, me parece lo más adecuado) de la Línea 9 del metro de Barcelona, la que ha de ser la más larga de Europa, la primera en España sin conductor (miedito me da el tema) y tal y pascual... Todo muy bonito y muy fantástico... Excepto porque de los casi cincuenta kilómetros que se se supone ha de tener la línea, se han inaugurado cuatro, y de las cincuenta y dos estaciones, cinco. De Can Zam a Can Peixauet (descontando la de Santa Rosa, que ya avisaron que iba para largo), todas en la misma ciudad y con sólo una conexión con la línea 1. Y encima a horario reducido, con lo que mucha gente de los barrios a los que se supone ha de dar servicio (el mío, tengo una parada a menos de un minuto de casa) ya se han quejado, porque con ese horario no les vale de una mierda y van a tener que seguir tirando de autobús.La bufonada, además, se vuelve siniestra cuando se tiene en cuenta que el tramo Gorg-Bon Pastor, y la conexión de ambos tramos con la Sagrera (vamos, lo que permitirá que la línea efectivamente empiece a dar servicio útil, y lo que desde el principio del proyecto se ha conocido como "el tramo norte") se han de inaugurar antes de las próximas elecciones. A qué venía tanta prisa por hacerse una foto, pues?



- La consulta independentista que se ha hecho en algunos pueblos y ciudades, escogidos en función de su afinidad ideológica con la causa, sobre la independencia de Cataluña. A ver, yo soy el primero en considerar que al pueblo se nos consulta poco (en general), y en respaldar el derecho a hacer consultas de ese tipo (por más que, de hacerse, votaría "no"). Incluso acepto el hacerlas al margen de la legalidad vigente (no es el caso, y en la anterior tongada se demostró, pero si se hubiese hecho correctamente probablemente sí lo hubiera sido), puesto que algo así lo que intenta es romper el statu quo, y la legalidad vigente siempre va a tender a mantenerlo. PERO si se hacen, se han de hacer bien. No se pueden hacer en un pueblo sí y en el de al lado no, porque en este pueblo hay una masa social que sabemos que va a decir sí (ha sonado mucho el nombre de Sant Cugat del Vallés, hoy... La ciudad más grande de entre las que estaban convocadas, la única del área metropolitana de Barcelona de entre las que estaban convocadas... y, oh, casualidad, la única del área metropolitana de Barcelona gobernada por CiU. En Rubí, en cambio, no han hecho consulta, y eso que está al lado), y no se puede aplicar una normativa distinta de la ley electoral vigente (y, señores de CiU, ustedes tuvieron en su mano cambiarla, que el anterior Estatut se lo permitía, y no lo hicieron, prefirieron tirar con la ley electoral española, no vengan ahora a quejarse). Los menores de 18 años no tienen derecho a voto. Los inmigrantes no naturalizados no tienen derecho a voto. Se puede bordear (e incluso romper) la legalidad a la hora de convocar la consulta, pero no a la hora de realizarla, porque entonces pierde toda la legitimidad que pudiera tener. Haciéndolo así lo único que han logrado es convertir un mecanismo democrático con el que, repito, estoy más que de acuerdo, en una bufonada, un quiero y no puedo, un rizar el rizo dando un golpe de mano, pero flojito, para que si alguien va a protestarle a la seño esta sólo pueda decirle "pero tu estás tonto?". Que, teniendo en cuenta cómo han entrado al trapo los de Ciutadanos y, sobretodo, los del PP, pues sí, están tontos. Y en un mecanismo publicitario (predicar entre conversos a veces es necesario, sí) para ERC y para Joan Laporta (que aún sigue haciendo la puta y la ramoneta entre ERC y Reagrupament, pero mientras tanto va alimentando su ego) y darle a CiU la oportunidad de meter relleno para marcar músculo cuando toque ir a negociar lo que sea.



Y encima, para acabar el día le han partido la boca a Berlusconi, el otro gran bufón...