Soy lector más o menos habitual del diario
Público desde su aparición.Me gusta. No es un diario "de profundidad", de ánalisis exhaustivo de los temas (cosa que tampoco me parece lo ideal, ustedes denme las noticias que ya me buscaré yo los datos, si eso), pero es ágil, agradable a la vista, tiene una línea editorial bastante zurda (sin que eso le impida dar palos a IU y el PSOE cuando es necesario), habla diariamente de ciencia y tecnología, y tiene una sección de opinión que, el encantadísimo de conocerse y ultrasobrado de
Rafael Reig aparte, es una delicia. Además, en su primera época incluyó un diseño de lo más interesante, que es separar totalmente el deporte de las noticias de verdad, conformando un diario con dos portadas. De un lado, la portada de verdad con las noticias de verdad, y dándole la vuelta, la portada de deportes. Con lo que podías leer todo el diario sin encontrarte con las gilipolleces del futbolista de turno, y cuando llegabas a las páginas escritas al revés, sabías que ya podías echarlo a reciclar.
Este diseño (desgraciadamente) se acabó perdiendo. No recuerdo ahora mismo si fue cuando relevaron a
Ignacio Escolar de la dirección del diario o antes, pero fue una pérdida. En la misma época, más o menos, hubo también un cambio en los columnistas de opinión. Algunos saltaron, entraron otros, y, en general, el nivel incluso mejoró.
Hasta hoy.
Les pongo una captura de la
versión PDF del diario de hoy, 6 de Abril de 2009. Página 10.
Aumento.
No lo ven aún? Aumento
más y subrayo.
La misma patada al diccionario se da también en la
versión on-line del artículo, por cierto. Con dos cojones.
Expertos en lenguas ajenas y en historia del arte se pasan por aquí que podrán enmendarme la plana si es necesario, pero si no me falla la memoria, el término "surrealismo" (y sus derivados) vienen de una contracción fonética (en francés) de
superrealismo. Lo que está por encima de la realidad.
Subrealismo sería todo lo contrario. Lo que está por debajo.
Había visto escrita esa
aberración semántica muchas veces y en muchos sitios (no,
Otto, no eres el único que se enfrenta a los Hoygan salvajes del caribe), pero verlo en un diario de tirada nacional me ha
dolido. Físicamente. Que la tal
Ana Cañil que firma el artículo se supone que es periodista (es decir, una persona cuyo principal instrumento de trabajo es el idioma, y que por tanto debería mimarlo) y que ganó el premio Espasa de ensayo del año pasado. Que se suponía que Público era un diario serio.
Que luego le echarán la culpa a la ESO...