Continuamos con la caritativa y muy cristiana misión humildemente emprendida por este su seguro servidor en la misión de enseñar al que no sabe. En este caso, nuestro querido troll de sacristía, Irichc (a quien me permito recordarle que lo de buscarse a uno mismo vía Google constantemente podría ser considerado orgullo, y ese es un pecado capital más feo que pegarle a un padre con un calcetín sudao. Inclúyame en su lista de favoritos, hombre, que veo que le va la marcha!). Por cierto, aprovecho el día de hoy para felicitar a la sociedad en su conjunto por el avance en términos de libertades del que todos, independientemente de con quien nos vayamos (o no) a la cama, disfrutamos a partir del dia de hoy. Y sin más preámbulos, comenzamos:
La sodomía no tiene ningún fin
El placer, que es el fin último que mueve al mundo. Usted, quien tanto gusta de hacer citas y tal, debería recordar las lecciones de Epicuro.
Pero nadie consagra una parte importante de su vida a rascarse
No, claro, uno se rasca cuando y donde le pica (nótese el doble sentido). El resto del tiempo es un ciudadano con exactamente los mismos deberes y derechos que los demás. De eso se trata, caballero.
Por ello es un abuso crear instituciones jurídicas "ad hoc" que, más allá de la protección contractual, amparen derechos inexistentes, como el que puedan tener los zurdos a trepar escaleras violetas
No se crea ninguna institución jurídica, se amplia la ya existente para dar cabida al conjunto de la sociedad. Como usted mismo dice, se trata de un contrato, no de un sacramento. El derecho existe objetivamente, por más que usted se ponga las orejeras de burro teológico y se emperre en negarlo. Y a ver cómo me justifica ahora que se deba negar a los zurdos el derecho a subir (es la primera vez en la vida que oigo que una escalera se “trepa”) una escalera de color violeta.
Máxime cuando tales prerrogativas individuales se oponen a derechos inalienables de la sociedad, por ejemplo, el de fundar una verdadera familia.
Tan “verdadera familia” es la formada por un hombre, una mujer y una serie de churumbeles, como la formada por un hombre y una mujer SIN churumbeles, como la formada por un hombre y sus churumbeles, como la formada por una mujer y sus churumbeles, como la formada por dos hombres con sus churumbeles, como la formada por dos mujeres con sus churumbeles, como la formada por dos hombres sin churumbeles, como la formada por dos mujeres sin churumbeles. Y, aunque le parezca mentira, hay incluso más modelos de familia por ahí sueltos. En cualquier caso, la ley aprobada hoy no se opone a nada, puesto que no va a impedir que sigan existiendo en régimen de completa normalidad las familias “tradicionales” que a usted tanto le gustan. Decir eso es mentir malintencionadamente. Y la mentira es un (otro) pecado grave, le recuerdo.
El matrimonio civil es el sometimiento del compromiso eterno a la contingencia contractual, la permuta de la fidelidad de dos por la voluntad de uno y otro
Ajá. Y? Sólo faltaría que tuviese que, cuando el amor se rompe (en mi caso de tanto usarlo, en el suyo, probablemente no, leído lo leído), tuviese que anular mi voluntad (o lo tuviese que hacer la otra parte, lo mismo me da) en virtud de un trato hecho x tiempo antes.
Sólo hay un matrimonio: el que nace queriendo durar para siempre
Se repite usted. Como ya le comenté, TODOS los matrimonios (con las posibles excepciones de Zsa Zsa Gabor, Elizabeth Taylor e Isabel Presley) nacen queriendo durar para siempre (bueno, para siempre tampoco, recuerde lo de “hasta que la muerte nos separe). Pero la vida es dura, amigüito...
sólo Dios puede refrendar pactos incondicionales, indisolubles en sí y superiores a todo albedrío una vez consumados
Argumentación que sería válida para alguien que haya hecho los votos, puesto que son tratos con Dios. El matrimonio, en cambio, es un trato entre humanos (le recuerdo que, canónicamente, es además el único sacramento en que los oficiantes son los contrayentes), con lo que Dios sólo puede actuar como testigo. Por cierto, los votos se pueden romper, recuerda?
Si el matrimonio civil ha logrado prosperar ha sido dado su parasitarismo con respecto al católico, empezando por el nombre
Esta es una gilipollez repetida hasta la saciedad por ciertos integristas que, desinformados (lo cual no tiene nombre ni perdón de Dios) o a mala leche (lo cual es aún peor), desinforman intentando llevar el agua a su molino. El matrimonio civil, pedazo de inculto, es unos cuantos siglos anterior al religioso. Parte directamente del derecho romano. Es la iglesia quien parasita esta institución, transformándola en un sacramento, incluyéndola en su código legal y exterminando su propia base. O es un perfecto inculto, o miente como un bellaco, señor mío.
prefiriendo a cualquier vínculo formal la ausencia completa de sujeción, el mero estado de facto, la idílica beatitud primitiva
El paraíso terrenal, quizás? Va a resultar que los únicos que sostienen la manzana de Eva, manteniéndonos en la tierra de Nod, son ustedes, que se dicen tan preocupados por nuestras almas.
Protegernos de nuestra propia voluntad
Soberana estupidez (otra más). La ley no nos protege de nuestra voluntad, la pone negro sobre blanco. NUESTRA voluntad no es SU voluntad, por mucho que le duela.
aunque lo hagamos de manera artificiosa mediante la ley, que imaginamos no impuesta, sino emanada de nuestras conciencias
La ley, en un sistema (pseudo)democrático como el que tenemos, y le informo por si no lo sabe, emana de un parlamento escogido por los ciudadanos. Es decir, emana de los ciudadanos. No nos es impuesta. Deje de mentir.
nacido para vaciar al hombre de sus responsabilidades irrenunciables
Irrenunciables por qué? Porque lo dice Dios? Porque lo dice usted? Porque lo dicen los de su cuerda? Ninguno de los casos me parecen ejemplos de autoridad aplicable.
en favor de un Estado omniabarcante, cuyo proceder no debe cuestionarse ni siquiera en el fuero interno
Es usted un anarquista!
Se trata en definitiva del sueño de un déspota como Napoleón, perpetuado en el ideario fáustico del ateo
El sueño de Napoleón no pasaba, se lo aseguro, por leyes surgidas de un parlamento (pseudo)democrático, sino más bien por la imposición por la fuerza de su voluntad y su manera de ver el mundo al resto de la humanidad. Más o menos lo que están intentando hacer (y han hecho siempre que han tenido ocasión) los de su cuerda. En cuanto a lo del “ideario fáustico del ateo” no tiene ni pies ni cabeza, un ateo, por definición, no cree en el Diablo, luego no puede hacer pactos con él. Léa, caballero, culturícese, que así igual (con suerte) dará un poco menos de vergüenza ajena.
Además, el placer sexual es una pasión y, por consiguiente, carece de fines propios
El placer es un fin en sí mismo. Y se olvida siempre del otro pequeño detalle en juego, el amor. Sabe lo que es, o sólo odia a lo que no es como usted considera que debería ser?
. Los homosexuales no reinvindican el derecho al amor (eso iba a ser como reinvindicar el derecho a la alegría: una estupidez)
Efectivamente, sería una estupidez. Sin embargo, reivindicar el derecho a que por hacer patente ese derecho no se discrimine (o incluso se agreda, o incluso se mate), no es ninguna estupidez.
sino al placer
Eso también es una estupidez. El derecho al placer viene de serie.
la consecución de una descendencia, a cuyo núcleo afectivo llamamos familia
Lo llama usted. La familia no requiere de descendencia. Es más, en ocasiones, ni siquiera requiere de afecto, mire la cantidad de casos de malos tratos a cónyuges, a hijos o a padres que se dan...
la búsqueda del mero goce, a la que nos referimos como concubinato
Hágame el favor, deje de usar palabras cuyo significado desconoce, que me está entrando complejo de profesor de primaria corrigiendo a un alumno especialmente marisabidillo y repipi. Hay concubinato cuando hay convivencia de dos personas que no están casadas, independientemente de si hay “goce” o no.
El sexo es siempre promiscuo, el amor es lo único que le pone freno
No es cierto, le pone freno el amor, sí, pero también la amistad (uno no se acuesta con las novias de sus amigos, y si lo hace es porque realmente no son amigos), también las leyes, también el respeto, también las costumbres, también el que te den calabazas...
Y el amor necesita un cauce o fin duradero para no extraviarse ni agotarse demasiado pronto. Así pues, el "amor homosexual", aun si existiese, cosa que niego, no tendría nada que ver con el matrimonio al no contar con fines naturales
Ese “así pues” se supone que es un conector. Pero es que lo conectado a ambas partes no tiene nada que ver. La argumentación no es válida, porque no existe. Y yo niego su “inteligencia”.
Los gays reclaman el derecho al matrimonio para escarnecer el amor y, mediante su marginación, parecer ellos menos enfermos
Los gais reclaman el derecho al matrimonio porque en tanto que ciudadanos les pertenece. El hecho que los gais se puedan casar (entre sí) no margina a nadie ni a nada. Y aquí el único enfermo que hay es usted, que niega sus impulsos naturales y se mantiene casto y puro, según su propia confesión. Semen retemtum venenum est.
Se intenta dar una solución sociológica a un problema psicológico, arrastrándose a todo el cuerpo social en una caída en picado hacia la animalidad
Exacto, eso es lo que se hizo al crear los cultos organizados, dar una solución sociológica (la socialización de la religión) a un problema psicológico (el horror vacui, una tara que los humanos traemos de fábrica). E insisto, usted igual es una patata madura (al menos, demuestra tener la misma inteligencia), pero yo soy un animal. Mamífero. Primate.
En el próximo fascículo, seguiremos con la (curiosísisma) definición de amor de este engendro fanático. No se vayan todavía, aún hay más.
2024
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Bueno.
Ha sido un año.
No estoy segura del todo, porque creo que he estado enferma la mayor parte
del tiempo.
En verano, directamente, creía que me iba ...
Hace 12 horas