Iconoclastia humorística

Dicen que una indigente llegó a un hospital, ingresando de parto por el área de Urgencias. Dio a luz y se dio a la fuga seguidamente. Allí quedó el recien nacido, y el debate subsiguiente del cuadro médico:

- Qué hacemos con él?
- Pues dar parte a la Policía y entregarlo a los Servicios Sociales.
- Y nos os da pena, que el chaval se va a criar sin el calor de unos padres, de una familia, de unos hermanos?
- Ya está!! Lo tengo!! Se lo pondremos a una parturienta y le haremos creer que ha dado a luz mellizos.
- Bien!

Pero esa noche no había parturientas en la planta de Maternidad. Sólo había un cura recién operado de apendicitis en el Pabellón Quirúrgico, a punto de despertar en el postoperatorio. Así que le colocan el niño al cura.

- Qué es ésto? - dice el cura.
- Padre, es su hijo.
- Cómo? No es posible!! Yo he venido aquí con un ataque de apendicitis!!
- No, pater, usted venía pasado de cuentas y le hemos practicado una cesárea.

El cura se tragó la bola, se llevó al chaval y lo crió y educo como su hijo. Pero cuando llegó a la vejez y se encontraba en el lecho de muerte, sintió la necesidad de contar la verdad al que ya era hombre adulto, y le llamó a su cabecero:

- Hijo mío, tengo que contarte algo.
- Dime, padre.
- Se trata de eso: yo no soy tu padre.
- Quién eres, pues?.
- Yo te dí a luz: soy tu madre.
- Entonces, ¿quien es mi padre?
- EL ARZOBISPO DE MADRID, hijo mío.

(y si siguen los enlaces, ya verán que se trata de humor por no llorar...)

EDIT: Añado otro enlace. Y agárrense los machos si entran...

¡Ay del hombre que haga pecar a los demás! Mejor le sería que lo echaran al mar con una piedra de molino atada al cuello, que hacer caer en pecado a uno de estos pequeñitos.

Evangelio según Lucas, 17:1-2

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