Sigo siendo el rey

Que aquí el abajofirmante tiene un ramalazo antimonárquico (que no republicano: una república presidencialista es un sistema igual de malo, cuando no peor, que una monarquía) importante es sobradamente conocido por los habituales. Sólo hay que recordar la murga que dí a raíz de la demanda contra El Jueves por haber publicado esta


(la han visto bien? Hablo de esta


sí, esta


) portada.

Pero claro, una cosa es ser antimonárquico (e incluso anarquista, si me apuran), y otra muy distinta no ser realista. Que es algo que tiene que ver con la realidad, no con la realiza. Por eso, vistos los antecedentes (por poner un ejemplo tonto, el del caso la Casa Real contra el sentido común El Jueves... ya saben, el de esta


portada), pues tampoco me ha sorprendido que a don Jose Antonio Barroso, alcalde por IU de Puerto Real (Cádiz) haya sido condenado con 6480 euros de multa por decir cosas objetivamente ciertas como que el Bobón es un “corrupto”, “hijo de un crápula” o “deleznable”. Sobretodo teniendo en cuenta que el juez era José María Vázquez Honrubia, que por lo que parece es algo así como el Jaime Peñafiel de los juzgados, ya que también fue el encargado de juzgar el caso Su Campechana Majestad contra la biología (vamos, el de esta


portada) o el de las quemas masivas de fotos de los muy seguidores de las Leyes Fundamentales del Movimiento Nacional que juraron constitucionales monarcas, con resultados sobradamente conocidos. Vamos, todo un experto en jurisprudencia regia, que escora siempre hacia el mismo lado. Vayapordiosquecasualidad.

Como digo, este caso (sobre el que no voy a hablar más, porque ya lo hace, muy bien y con un montón de datos que yo sólo me podría limitar a copiar y pegar vilmente, el maestro Santiago Miró) me indiga, me en entristece, me pone de mala leche, pero no me preocupa.

Lo que me preocupa de verdad es esto:

Un ciudadano de La Palma retenido en el Aeropuerto por portar en su solapa la bandera republicana
(...)Según el testimonio de esta persona, uno de los guardias civiles le dijo: «eso no se puede llevar ahí. No está dignificando a la monarquía española. Yo le pregunté si estaba de broma y me contestó que no». (...)

(...)A continuación, los guardias, con muy malos modos –según el relato de esta persona–, le obligaron a entrar en «el cuarto», acompañado por un: «¡por mis cojones!». Tras varios minutos de discusión y ante la tajante negativa a quitarse la bandera republicana de la solapa, entraron otros guardias civiles «al cuarto» y en vista de que la actitud de éstos era mucho menos agresiva, se prestó a identificarse y le dejaron marcharse.(...)

Tócate los pieses.

Sólo espero que al amigo José María Vázquez Honrubia y los picoletos estos no escuchen nunca un disco de rancheras. Porque capaces son de declararle la guerra a México por injurias y calumnias sobre la figura del jefe del Estado, o algo así...