No había nada peor para un hombre que convertirse en un objeto digno de lástima. Un hombre podía soportar el odio, los abusos, la cólera y el castigo, pero jamás la piedad. Cuando un hombre se convertía en un ser digno de compasión, estaba perdido. La piedad correspondía exclusivamente a los seres indefensos
El increíble hombre menguante, Richard Matheson
9 comentarios:
donde dije digo, digo Diego...
me gusta mucho, muchisimo la cita, tanto que para no estropearla no voy a decir nada más al respecto, bueno si, algo dire, que pases un buen dia Sota
La portada del Periódico no tiene desperdicio, me encantó al igual que me reí de lo penoso que puede llegar a ser. Casi recorto la portada y la enmarco...
La frase de hoy muy buena.
¿qué tal por el salón?
Efectivamente, Sota, con éste tipo de piedad nada. Ni una gota.
uys, y ahora al pobre Acebes nadie del PP lo quiere en sus mítines, jaté tú que cosas...
Estoy con corredero, hay ciertos personajillos del PP que sacan mis peores instintos...
apuesta: a que se presenta a las elecciones como si tal cosa?
Nan, más bien donde dije digo digo Diego y digo que nunca dije digo, sino Diego.
Will, pues claro que te gusta. Esperabas algo distinto de mi?
Grace, con esa portada (que es toda una editorial) la clavaron de lleno. El salón... pché.
Corredero, piedad ni de casualidad. Ahora, pena, da un rato largo. Incluso ascopena, diría yo.
Mag, y por qué será? Le habrá abandonado el desodorante?
Casta, montamos un club?
DeCa, diez mil a uno a que sí.
Esperabas algo distinto de mi?
mmmmmmmm, dejame pensar, de todas maneras, lo que espero de ti mejor te lo digo en privado :P
Publicar un comentario