Reliquias

Según la RAE, una "reliquia" es, entre otras cosas, un vestigio de cosas pasadas, una persona muy vieja o cosa antigua o un dolor o achaque habitual que resulta de una enfermedad o accidente. También tiene un par de acepciones más católicas (las anteriores son aplicables a la iglesia, sí, pero católicas, en sí, no son), refiriéndose a los restos de los santos y demás mandangas.

El catolicismo siempre ha tenido mucha querencia por eso de las reliquias (sólo hay que visitar cualquier iglesia medianamente importante para encontrarse con una exposición de restos humanos que haría palidecer de envídia a la decoración de la casa de Bubba Leatherface), basculando entre lo ridículo (las plumas de arcángel, la leche de la virgen, la sangre que se licúa en fechas señaladas), lo grotesco (las dos o tres sábanas santas que rondan por ahí, los dos o tres prepucios de Cristo, el santo de-cuyo-nombre-no-me-acuerdo del que se conservan tres cráneos tres, o el otro de-cuyo-nombre-tampoco-me-acuerdo del que si juntas todos los huesos que se le atribuyen te salen dos esqueletos humanos enteros y parte del de una cabra) y lo directamente terrorífico (por centroeuropa hubo cuatro o cinco infelices a quienes sus conciudadanos consideraban santos cuando aún estaban vivos y a quienes, ante el miedo de que se murieran fuera del pueblo y no pudiesen adornar la parroquia con sus restos, pasaron a cuchillo para asegurarse de que se quedaban las reliquias). El hecho de que una religión que tanto afirma que su reino no es de este mundo y que hay que sentir desapego por los bienes materiales y que aquí estamos sólo de paso y hemos venido a sufrir y demás pajas místicas (y nunca mejor dicho) muestre tantísimo apego por los restos que dejan sus (supuestos) prohombres cuando (supuestamente) se van a mejores pastos daría para pensar mucho, si no fuese porque hablamos de la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica, Romana y Pederasta, y todos sabemos de qué pie cojea.

A uno, que mal que le pese aún conserva un mínimo de fe en la condición humana, le gustaría creer que estas cosas son producto de tiempos pasados, de oscurantismo y tal, y que las que se conservan son más por sostenella y no enmendalla, porque atraen turismo y porque tener en la catedral un puñado de esqueletos (bailando una sardana, que cantaba Bonet de Sampedro) siempre hace bonito, pero que a estas alturas del curso nadie se iba a poner a buscar, encerrar en un relicario de oro y marfil y venerar... no se, las compresas que usaba María de Magdala, por decir algo.

Inocente de mi...

Fuego al uno: El obispo de Roma autoriza a abrir la (supuesta) tumba de Pablo de Tarso en la basílica de San Pablo Extramuros (Roma), después de confirmar (¿?) que los restos que hay dentro son los de Saulo. Incluso poniendo al hacerlo en riesgo la integridad del altar y el badalquino de Arnolfo de Cambio. Y yo que creía que eso de profanar tumbas era una mala cosa para los cristianos...

Fuego al dos: El patriarca de Etiopía dice que han encontrado el Arca de la Alianza. Pese a que Etiopía era una colonia italiana durante la Segunda Guerra Mundial (y por tanto, territorio del Eje), no se ha encontrado en ningún almacén nazi (el caso es enmendarle la plana al pobre Indy), sino que, siempre según el patriarca, "lleva en Etiopía desde hacía siglos". No se dice nada sobre si dentro del arca están las Tablas de la Ley de Moisés o si se trata sólo de la caja, ni de si cuando vayan a abrirla empezarán a salir espíritus que los derritirán como si fuesen mantequilla puesta al sol. Pero no me negarán que molaría.

En fin, que lo que dice la RAE. Vestigios de cosas pasadas, personas muy antiguas, dolores resultado de una enfermedad llamada religión...