Los adalides de la corrección política repiten: “la libertad de expresión debe tener unos límites”. Y, por supuesto, ellos saben dónde ponerlos. No tú. No yo. Sólo ellos. Los antiguos vigilantes de la moral pública son ahora los cuidadores de la línea, quienes la trazan y custodian.José A. Pérez en Mi mesa cojea
Patrimonio Nacional limpia, blanquea y da esplendor.
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Fue Felipe VI el que se aprovechó de esa operación tan vistosa que fue la
inauguración de las Colecciones Reales, galería que hubo que rellenar con
cosas...
Hace 3 horas
3 comentarios:
jo, que foto has puesto...
¿Me prestaría su camiseta verde pistacho?.
Bisitos de Domingo.
Nan, adecuada al texto.
Anona, si me la cuida bien...
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