martes, 27 de julio de 2004

No es por nada...

...pero llevo desde ayer sin poder sacarme la cancioncita de la cabeza. Teniendo en cuenta que debe hacer como quince años que no la escucho, debe significar algo. Así que la posteo, y listos.

No fue una tarde como las demás,
el tiempo quedó atrás.
Fue como un salto en la conversación.
Como si se parara un corazón.
Y frente a frente el hola y el adiós
la Reina contra el As.
No fue una tarde como las demás.
No fue una tarde más,

Díle al huracán que no se calle
que suene fuerte el trueno
que mi guerra va a empezar.
Que no se me escondan las estrellas,
que no se pare el disco
que no deje de sonar.
Porque se me va sólo el timón,
lo quiere el corazón,
lo quiere el corazón.
Porque estoy temblando como un flan,
a fuego de volcán
a fuego de volcán.

No fue una tarde como las demás,
fue un cocktail para dos.
Como un anuncio de televisión.
Una verdad vestida de ficción.
Y frente a frente el odio y el amor,
el menos contra el más.
No fue una tarde como las demás.
No fue una tarde más.

Díle al huracán que no se calle
que suene fuerte el trueno
que mi guerra va a empezar.
Que no se me escondan las estrellas,
que no se pare el disco
que no deje de sonar.
Porque se me va sólo el timón,
lo quiere el corazón,
lo quiere el corazón.
Porque estoy temblando como un flan,
a fuego de volcán
a fuego de volcán.

La Reina contra el As, Mocedades.

1 comentario:

Anónimo dijo...

las ganas que tenemos que se nos haga caso...
es que no habría ni que pedirlo...
besitos!

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