martes, 12 de octubre de 2004

Veda abierta

Pese a que hoy me lo han puesto a punto de caramelo para poder hablar de nuevo de política, con la coña marinera de la fiesta nacional (que sigo sin entender que sea el dia de la Constitución, pero bueno...), el desfile con representante de la División Azul incluido y el escándalo que se ha montado porque un presidente autonómico haya ido a verlo (sí, no porque no haya ido, porque ha ido... la España de charanga y pandereta, que decía aquel), sigo con mi acto de contricción y penitencia, y, de momento, seguiré sin hablar de política. Pueden seguir leyendo tranquilos. Eso sí, no me resisto a hablar de religión. O sucedaneos.

Y es que parece que, con los primeros frios del Otoño, que por aquí han llegado hoy a aquello de las cuatro de la tarde (que la mañana estaba preciosa y el sol calentaba), Ishtar ha cumplido su amenaza de derribar las puertas de los Infiernos y han soltado a la búsqueda y captura de incautos, ingenuos y pobres de espíritu a los recaudadores de almas de los Testigos de Jeováh (no me lapiden por decir el Nombre, por favor... les recuerdo que no soy judío) y los Mormones. Por lo menos, en mi zona de influencia directa, que no les había visto durante todo el verano y esta mañana, en un paseo de cosa de una hora, me he encontrado con tres parejas de los primeros y una de los segundos. Tan sólo una de ellas ha hecho un amago de abordarme, afortunadamente, y como yo estaba de buenas y hacía un dia tan bonito y no tenía ganas de follones, les he evitado habilmente antes de que pudiesen abrir la boca.

Supongo que el hecho que dichas sectas hayan abierto la veda de captación se debe a que han terminado la campaña de primavera, a los primaveras (valga la redundancia) que pillaron entonces ya los tienen razonablemente enganchados y toca empezar la de otoño, momento además ideal para comprobar si la formación ha sido la adecuada y para probar la adhesión inquebrantable de los neófitos. Vamos, que no se vayan a derrumbar en cuanto alguien les plante cara. La otra posibilidad es que tengan que recuperar el tiempo perdido durante el verano. Porque no me negarán que la imagen de un par de mormones, vestidos como ellos visten, intentando captar adeptos en una playa de Ibiza en Agosto, o a unos Testigos haciendo lo propio durante un encierro de los Sanfermines, pues es como un poco ridícula. Más de lo habitual, vamos. Como de secuela chunga de Orgazmo. Y supongo que hasta a ellos, que han demostrado con creces estar un tanto al margen de la realidad (ey, alguien que se cree un engendro como la Biblia del Mormón, HA de estar necesariamente al margen de la realidad!), eso les debe ser evidente, por lo que se abstienen de hacer (más aún) el pardillo.

Y dado que, cuando esos carroñeros salvaalmas salen de caza (esto puede parecer una contradicción: digo lo de carroñeros porque puedo entender que una persona moralmente sana se haga acólito de una religión como Dios manda, pero para apuntarse a un sucedáneo barato como estos uno ha de tener un alma muerta, que se mueve a espasmos sólo porque está llena de bichos. Lo de salir de caza es una frase hecha), cuando salen de caza, decía, son implacables y más pesados que una vaca en brazos, a la gente de bien que nos gusta caminar seguros por las calles sólo nos quedan dos opciones, a saber: evitarlos (obliga a ir pendiente por la calle, para no encontrártelos de frente y por sorpresa. Poco práctico) o abrir la veda por la otra parte: pasar al contraataque.

Las posibilidades son variadas y a cual más efectiva. Eso sí, requieren de sangre fria para no desconojonarse y, en la mayoría de los casos, tiempo. Desde simular que se es musulmán prácticante (muchas risas para todos) a empezar a soltar pluma como si uno fuese un gallinero en el que acabese de entrar el lobo (para acto seguido descojonarse viendo como huyen, o bien descojonarse viendo como intentan curarte), pasando por el demostrarles que conoces la biblia mejor que ellos (cosa fácil, por otra parte...). Cualquier cosa antes que llegar a la violencia física, por más que se lo que pidan las tripas cuando les ves. Sean creativos, coño!

3 comentarios:

Kraken17 dijo...

Psche, recuerdo un día que un par me abordaron por la calle. Creo que les dije que era budista o algo asi, lo único que recuerdo con certeza es que me miraron con cara de susto :P

Anónimo dijo...

A mí me esquivan ellos.

Y como tampoco es plan de perseguirles al grito de "yo también tengo derecho a que me den la lata" lo dejo estar.

Urui

Sota dijo...

Oye, pues como método para pasar una tarde aburrida puede estar bien... Por lo menos, te reirías.

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