Polka Dots Nipples (Pezones a Topos)

Recuerdan ustedes a los Peones Negros, alias Black Nipples? Les iba a poner enlaces, pero paso de arriesgarme a ser responsable de que ensucien la caché de sus ordenadores con según que cosas, que como manche un poco más mi karma aún me reencarnaré en primo de Rajoy, o algo así. Si no saben de que les hablo, googleen un poco. A su cuenta y riesgo.

Bueno, pues si ellos pueden, yo también. Que a idas de olla no me gana nadie. Así que MODE conspiranóico ON, y se alza el telón:

Acto I:

En Junio de 2004, apenas tres meses después de las elecciones generales en las que había ganado un escaño de diputado (pese a que, al haber perdido su partido el Gobierno, no repetiría como Vicepresidente y Ministro de Economía), don Rodrigo de Rato y Figaredo (Madrid, 18 de marzo de 1949) dimitió de su cargo para ser investido como Director Gerente del Fondo Monetario Internacional. Uno de los organismos transnacionales dedicados a la economía platónica (entendiendo como tal la que se basa en trabajar no sobre riqueza real, sino únicamente sobre números teóricos -léase sombras en la caverna) que se dedicaba con ahínco a ajustar las tuercas a los estados para que implantasen legislaciones más liberales en lo económico, reduciendo los controles estatales al respecto.

Acto II.

A mediados de 2007 se empiezan a oír voces alertando de la crisis. No de la específicamente española, la generada por la burbuja inmobiliaria, sino de la grande, la de las subprimes. Aquí y allá, sin prisa pero sin pausa, generalmente desde medios oficiosos o eso-que-se-ha-dado-a-llamar altermundistas y/o rogelios, empiezan a aparecer gentes que, con mayores o menores conocimientos de economía, o incluso guiados sólo por el instinto, empiezan a decir que las cuentas no salen. Que el diferencial entre el dinero real y el dinero con el que estamos trabajando está creciendo demasiado. Que el mercado, sin nadie que lo regule, se ha descontrolado y amenaza con hacer metástasis. Que las sombras están muy distorsionadas, y que la realidad tiene la maldita manía de querer comportarse de forma aristotélica antes que platónica. Que nos la vamos a pegar, vamos, y la hostia va a ser de las dolorosas.

Todas esas voces van siendo calladas y/o ninguneadas por los Grandes Arcanos de la economía y los defensores del liberalismo. Pero cada vez se van oyendo más y más, hasta que nos encontramos con lo que nos encontramos ahora.

Acto III:

El 28 de junio de 2007 Rodrigo de Rato y Figaredo pilló a todo el mundo en bragas al anunciar su renuncia al cargo, renuncia que se hizo efectiva en octubre de ese mismo año. Cabe reseñar que dicho cargo supone un sueldo de aquellos que yo ni ustedes ni yo ganamos en una noche mala, una pensión vitalicia (en caso de terminar el mandato, con lo cual no se le aplica) de aquellas que cada mensualidad supone la mitad del PIB anual de más de un país, y el tratamiento de jefe de estado. Se barajó que su renuncia fuese para volver a la política española, pero su respuesta a insinuaciones en esa línea fue algo así como "volver a la política yo? No me quieran tan mal...". La excusa oficial fueron "motivos personales". El caso es que después de volver a España el señor Rato estuvo un tiempo tocándose los ratones hasta que fichó por la división internacional del Banco de Lazard, un banco de inversiones francoestadounidense, estableciéndose en Londres con competencias en Europa y Latinoamérica, y más tarde como consejero del Banco de Santander.

A día de hoy, nadie ha sabido dar una explicación convincente a por qué renunció a aquel chollo. Porque lo de los "motivos personales", salvo que se refiriese a que quería ver la afamada serie de TeleCinco, no se lo cree nadie. Y si es así, tampoco.

Cae el telón.

Y entre el público, se levanta un espectador indignado y tocapelotas (yo, para los torpes) diciendo que vaya mierda de actores, vaya mierda de interpretación, vaya mierda de escenografía y, sobretodo, vaya mierda de guión. Que no es que sea triste y de final abierto, es que tiene más agujeros que el cerebro de Arias Cañete una vaca loca. Y que no quiero pagar para ver el final real en los extras del DVD y que los productores, que ya se han enriquecido bastante montando todo el tinglado (al que he tenido que ir obligado por compromisos laborales, como quien dice) puedan resarcirse del desastre, porque esto no va a aguantar ni una semana en cartel. Y que ya que he tenido que pagar la entrada, quiero que, si no me explican el final, al menos me resuelvan el mayor agujero negro que tiene ese guión:

Qué fue lo que vio Rodrigo Rato desde su privilegiadísimo puesto en las más altas finanzas internacionales para hacerle preferir perder todas sus prebendas a que le salpicara lo que iba a venir? Qué datos pasaron por sus manos que le hicieron dar esa espantá? Y, sobretodo, por qué no dijo ni hizo nada para evitarlo?.

Por eso, desde aquí, propongo la creación de la Plataforma de los Pezones a Topos (Polka Dots Nipples) para exigir que se nos informe de la verdad sobre este caso. Qeremos de saver! Con concentraciones todos los días 18 frente a los Starbuks de su provincia! Total, más ridículos que los Peones Negros no vamos a quedar!


Grazias de hantebrazo!

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