Me cago en san Patricio!

Cuando lo vi en Mi mesa cojea, pensé que era una de las salidas de pata de banco que tan famoso han hecho (y tantos lectores han hecho perder) a su autor.

Luego leí el domingo la columna completa, y la mosca se me puso detrás de la oreja. Que en el blog ha escrito alguna que otra animalada, pero no me lo veo como poniendo una burrada de ese calibre negro sobre blanco en un sitio en el que le pagan por escribir.

Y no, no se lo había inventado.

Irlanda pondrá multas de hasta 25.000 euros a quien blasfeme .

Tracatrá.

Y claro, no se cuan montaraces estarán los obispos irlandeses, pero a poco que estén como los de aquí, que consideraban "blasfemia" la campaña de los autobuses aquella de "Probablemente dios existe, no hace falta que mires al cruzar" "Probablemente dios no existe" (y no digamos ya lo que se llega a ver en carnavales varios), el resultado directo es que queda prohibida la simple expresión pública de ideas laicas y/o ateas. Hombre, no diré yo que me parezca mal (porque creo que se sobreentiende, no?), pero digo yo que si el gobierno irlandés quiere entrar definitivamente en el siglo XI, en lugar de en el XXI, lo de los 25.000 eypos me parece una mariconadilla, que estas cosas siempre se han hecho con hoguera en la plaza pública, que además es un espectáculo como mucho más vistoso, dónde va a parar.


En fin, que después de esto no puedo sino hacerle boicot a la Guinness (para una cerveza que me gustaba...) y cagarme larga y repetidamente en dios, en la virgen y en todos los santos. Con especial atención a san Patricio, por supuesto.