Europa, Europa...

Supongo que se han enterado de que, en breve, hay elecciones al Parlamento Europeo. Que es una cosa que nos cuesta muchos dineros y que nadie tiene muy claro exactamente para qué sirve. Mucha gente parece creer que su única función es que nos cueste mucho dinero (desgraciadamente, entre ellos se cuentan no pocos políticos con mando en plaza), pero ya saben que yo soy un peligroso liberticida estatalista que considera que los gobiernos y las regulaciones son males no sólo necesarios, sino imprescindibles, y que encima tengo la enervante manía de ser un empirista que se emperra en buscar datos y contrastar la realidad con mis teorías antes de formularlas.

Y miren, por bonito, romántico y antisistema (a las barricadas, a las barricadas) que quede eso de que decir que los eurodiputados son una manga de chupópteros que no hacen nada y bla-bla-bla, pues va a ser que no. Y para muestra, dos botones.

El miércoles se votó en Bruselas el Informe Trauttman sobre derechos fundamentales en la red. Que, entre otras cosas, contenía un punto que permitía la posibilidad de desconectar de la Red los navegantes sin esperar a que un juez lo ordene "cuando la seguridad pública se vea amenazada" (en palabras de NetoRatón). Es decir, que enviaba al carajo cualquier tipo de seguridad jurídica y/o privacidad de la información (porque ese tipo de cosas se pueden hacer, pero siempre bajo supervisión judicial y siempre tras la orden judicial pertienente, como un registro domiciliario). Para que se hagan una idea, le daban al kioskero la potestad de intervenir y revisar tu correo y, si no le gustaba lo que recibías, o consideraba que recibías demasiado, destrozarte el buzón. Estarán conmigo que no es plan.

Contra este informe se lanzó una enmienda que también se votó. Afortunadamente, la enmienda salió adelante, y seguirá teniendo que ser un juez quien decida si las comunicaciones por internet son o no "peligrosas para la seguridad pública". Por ahora, porque en septiembre se vuelve a votar.

Por cierto, tres eurodiputados del PP español votaron a favor de dicha enmienda. Y ocho se abstuvieron de votarla. Ahí tienen los nombres.


Item más. También el miércoles se presentó ante la eurocámara una propuesta legislativa destinada a aumentar la baja por maternidad a un mínimo de 20 semanas. Ya saben, aquello del bienestar del menor, la conciliación de la vida personal y laboral y tal. Desgraciadamente, en este caso, no se pudo ni llegar a votar, y tendrá que volver a ser presentada en la próxima legislatura.

No se pudo votar, por cierto, porque los grupos popular y liberal se mostraron en contra. Que la mujer como mejor está es con la pata quebrada y en casa, y no por ahí trabajando.

Vamos, que algo sí que hacen, sí. Y en algo nos afecta lo que hacen, sí.

Y aunque sea para evitar que hagan lo que no deben hacer, casi que se lo piensen un poco y vayan a votar. Y se piensen un poco por quién votan, de paso...