Estoy escribiendo sobre esto como consecuencia del (desgraciado) resultado de las elecciones en Estados Unidos. Porque ha vuelto a ganar el que se ha convertido en algo así como el buque insignia internacional, a nivel político, de los neocons: George W. Bush. No teman, hoy no voy a hablar de política, no estoy de humor. Hablemos de economía, y la semana que viene hablaremos del gobierno. Que podría hablar de cómo esa (nefasta a todas luces) política ha llevado a los EUA de tener un importante superávit a tener un déficit de los que hacen temblar, pero como no tengo los datos exactos a mano, me lo callo, que luego vendrá alguien a decir que me invento cosas. Que podría empezar a lanzar maldiciones gitanas contra este impresentable (me refiero, obviamente, al entrevistado, no al autor del blog, que es una persona que se merece todo mi respeto y admiración), pero como sus argumentos se caen por su propio peso como la fruta podrida que son, prefiero pasar, que personajes de esta calaña no se merecen ni un segundo de mi tiempo (por más que sus ideas me hielen hasta la médula, máxime cuando tienen la posibilidad real de llevarlas a cabo y, peor aún, exportarlas. Que si se quedasen en su casa, con su pan se lo coman, que para eso les han votado, pero por estos pagos rondan gente muy apegada a su lengua, su bandera y su país que se llama Españññññññññññña y que no dudan en tildar de terrorista a quien ponga un "pero", por mínimo que sea, lo cual no es óbice para que adopten entusiastamente cualquier engendro que les llegue desde la capital del Imperio y que se tomen como una afrenta propia cualquier "pero" que se les ponga a los que hablan ex cátedra desde Washington). Podría. Pero para qué. En el fondo, eso sería hablar de política, y ya he dicho que no estoy de humor. Es más, esto es todo lo que voy a decir sobre las elecciones yankis, al menos hasta que Bush vuelva a hacer una de las suyas y podamos todos gritar a coro OS LO DIJIMOS, CAPULLOOOOS!!!. Total, me veo que este post también lo voy a tener que dividir en varias entregas, como el de la cábala, y supongo que tarde o temprano acabaré mentando todo esto. Así que, con su permiso, voy al grano.
Hace algunos años, cuando se empezaron a poner de moda la política neoconservadora (que alguien debería explicarme qué tiene de neo), más tarde simplificada a neocon (debe ser que los polisílabos son excesivamente complejos para según quien), con sus llamamientos a la privatización de todo, a la destrucción de cualquier cosa que suene a protección social (eso que en Europa hemos dado en llamar, un tanto cínicamente, Estado del Bienestar), con sus exigencias de flexibilización del despido (en román paladino: despido libre y sin ningún tipo de cobertura o indemnización), y todas esas cosas que a ustedes les estarán en estos momentos viniendo a la cabeza mientras se les crispan los dedos y les entran ganas de asaltar las Tullerías (metafóricamente hablando), recuerdo que, en una tertulia de café, alguien (probablemente yo, que para estas cosas siempre he sido un tanto inocentón) comentó que esta gentuza no se darían por conformes hasta que se reinstaurara la esclavitud. La respuesta fue rápida y negativa. Un esclavo es una posesión que vale dinero, y que, por tanto, hay que mantener y alimentar. En cambio, si un hombre "libre" (y nótense las comillas) se muere de hambre, o es consumido (él o sus familias) por la Peste (y lo pongo en mayúsculas porque me refiero a la figura del Jinete del Apocalipsis, me la trae al pairo la enfermedad concreta), es sólo problema suyo. Haciendo cuentas, el tener esclavos no sale a cuenta, sobretodo si a cambio se pueden tener "libres" sin ningún derecho.
Como supongo que se habrán dado cuenta, que son ustedes gente culta y leida, en el párrafo anterior he tenido que hacer encaje de bolillos para no usar la expresión más adecuada: siervos de la gleva. Que es lo que, cada vez estoy más convencido, andan buscando los neocons y su coro griego de portavoces políticos. Hombres (y juro que como alguien me diga lo de y las mujeres qué me cagaré en todos sus muertos puestos en fila de a dos. No estoy dispuesto a escribir cada vez hombres y mujeres. En castellano, el masculino engloba ambos géneros. Reclamaciones, a Cervantes.) libres sobre el papel, pero que se ven obligados a ceder su vida y su hacienda al rey. En este caso, al empresario de turno. Y, enmendandole la plana al bueno de Calderón, incluso el honor, si hemos (que hemos) de tener en cuenta el acoso sexual en el trabajo. Lo que andan buscando es volver a construir una sociedad estrictamente feudal, encaramándose ellos a la posición de señores, y a todos los demás a la de siervos de la gleva. Imposiblitando la, hoy difícil, pero técnicamente posible, variación de clase. Un sistema de castas. Es por ello que, desde aquí, hago la proposición y el llamamiento público a dejar de usar el horrible neologismo de neocons por el (también horrible, pero más acertado) de neofeuds. Por lo de neofeudales.
En el próximo post, sigo con el tema.
“No sé si les suena la película”
-
*Mujer con un muñeco de Mazón durante una manifestación que recorre las
calles de Valencia para exigir la dimisión del presidente de la Generalitat
val...
Hace 2 horas
3 comentarios:
Con asesores como ese en los USA tras 4 años más con Bushi se puede organizar una que deje a la revolución francesa como riña de patio de colegio.
¿Cuantos millones de pobres tienen ya?. Súmale latinos, negros, sin papeles (en Arizona se puede repetir el Álamo tras aprobar cierta ley), y "liberales" en general, y ya verás la que se forma como sigan apretando.
Y gracias a ellos todo el mundo con armas de sobra para empezar el follón..
Se me olvidaba, tras la victoria republicana al Moore no se le ve el pelo ni en su web. ¿Ha dejado a sus paisanos por imposibles, o tiene miedo de una revancha del gobierno y sus sicarios?
Logan-X, "¡Viva Yo!", out
Se acercan tiempos oscuros, hijos mios...
Solo añadir aquello de ¡¡¡¡¡AGUANTE THE RASMUS!!!!!
Kurtz
Publicar un comentario