Estimado señor José Antonio Patiño, Director de relaciones externas y Portavoz de TMB:
Por, si no me falla la memoria, cuarta vez en lo que llevamos de año me veo en la penosa obligación de ponerme en contacto con usted (y créame que pocas cosas me harían más feliz que olvidar su nombre para siempre y dejar de dar la murga al pobre becario que se vea obligado a lidiar con las reclamaciones) a causa de una... digamos disfunción en el funcionamiento habitual de la red del Metro de Barcelona. Bueno, en realidad eso no es estrictamente cierto, sería más próximo a la verdad decir que por el habitual no-funcionamiento de la red del Metro de Barcelona. Discúlpeme si me pongo cínico, pero es que hay llegado ya un punto en que, o te tomas las cosas con humor (por más negro que sea), o te pones violento. Escribo a 13 de Marzo, y es la cuarta vez que tengo que interponer una reclamación por lo mismo (y, como le comenté en la reclamación hecha en el formulario 21737, de nueve de Febrero del presente –reclamación sobre la cual, por cierto, aún no he recibido respuesta, y un breve y sencillo cálculo le permitirá comprobar que eso supone más del doble de tiempo del que ustedes mismos se dan para contestar. Su servicio es penoso hasta en eso-, supone la quinta vez que me sucede. En menos de dos meses y medio), compréndame.
Situémonos, lunes 13 de Marzo, a aproximadamente las ocho de la tarde, estación Urquinaona (líneas 1 y 4). Según voy a entrar a la estación, veo los carteles luminosos que indican que la línea 1 (que es la que yo debo usar) sólo funciona de Hospital de Bellvitge a Clot y de Fabra i Puig a Fondo. Bueno, por una vez los sistemas de aviso funcionan, es un punto a su favor (claro que no tiene demasiado mérito teniendo en cuenta que, según me informó el taquillero que me atendió en Fabra i Puig, al pedir la hoja de reclamaciones, el servicio llevaba interrumpido desde el mediodía). Da la casualidad de que yo tenía que ir a Santa Coloma (mire, tengo la manía de vivir aquí, que ya ves que tontería, pudiendo vivir en otro sitio), y da la casualidad también de que, puede comprobarlo fácilmente mirando un plano del Metro, supongo que tendrá alguno a mano, desde Fabra i Puig hasta Fondo no hay ninguna estación de correspondencia. Es decir, que, en lo que a Metro se refiere, desde el Clot hacia el norte estábamos aislados del mundo. Porque, lógicamente, para una incidencia que sólo llevaba unas ocho horas interrumpiendo el tráfico en la línea 1 (e insisto, los horarios son los proporcionados por el propio personal del metro), no resultaba necesario establecer un servicio a autobuses substitutivo (claro, que vista la experiencia de este verano en ese mismo trayecto –alguna que otra reclamación mía al respecto tiene que tener en sus archivos-, casi mejor, por que casi era peor el remedio que la enfermedad, pero sin el “casi”). Total, pa’ qué.
Posibles soluciones? Coger el autobús, me parece recordar que la línea 42 de TMB y las B20 y B21 de TUBSAL pasan cerca de Urquinaona y tienen final de recorrido en Santa Coloma. Lástima que la que más a menudo pasa de ellas (la B20, de TUBSAL, no de TMB), pase cada 20 minutos, aproximadamente, y que la que menos tiempo tarda en hacer el trayecto (también la B20, de TUBSAL, no de TMB) tarde aproximadamente el doble (contando tráfico fluido, que no se si era el caso esta tarde en Barcelona). Opción A descartada, porque la única solución viable (que, insisto, me la podía proporcionar TUBSAL, no TMB, que era la empresa causante del problema) me suponía un dispendio de tiempo (que es mío, y tiene un valor, señor Patiño) inaceptable.
Opción B: Coger el metro hasta Arc de Triomf, Catalunya o Clot, y allí coger el tren hasta Sant Andreu Arenal (donde hay correspondencia, muy de aquella manera, pero correspondencia, con Fabra i Puig), o, en el peor de los casos Sant Andreu Comtal (y digo en el peor porque supone andar un buen trecho hasta la estación de metro de Sant Andreu). Descartada de plano, lógicamente, porque por experiencia se que, de hacer eso, me volverían a cobrar el billete al intentar volver a entrar al metro, y estoy hasta los mismísimo de que TMB me robe viajes con esas excusas peregrinas.
Con lo que la única opción viable era la C: ir andando hasta Arc de Triomf, coger allí el tren (le hago notar, por si no lo pilla, que todas las opciones me suponen tomar medios de transporte distintos a los de TMB, que es la causante originaria del problema) hasta Sant Andreu Contal, y una vez allí, coger el metro. Lógicamente, volviendo a esperar a que llegase un convoy, y perdiendo más tiempo. Más de mi tiempo.
Como se puede imaginar, en la estación de Fabra i Puig decidí pedir la hoja de reclamaciones (porque, dado que obviamente el servicio que dan se la trae al pairo, y a los hechos me remito, por lo menos me sacaré la mala leche de encima a base de dar por culo hasta que no puedan sentarse), pero, para acabarlo de arreglar, incluso en eso tuve problemas. No ya porque para rellenar los cuatro campos de la ficha que tienen que rellenar los taquilleros tardasen una eternidad (que eso es un mal ya endémico que hace que, salvando puntualísimas excepciones como la de la chica que me atendió en mi última reclamación –6 de Marzo, formulario 39260-, que era francamente eficiente, uno se vea en la obligación de creer que en los tests que supongo hacen para seleccionar personal no se incluye uno de “escritura”), sino porque, directamente, los intercomunicadores entre el interior y el exterior de la taquilla (ya sabe, el sistema micrófono-altavoz) no funcionaban. Con lo que desde dentro, no me oían, y desde fuera, no les oía yo a ellos.
En fin, y termino ya, otra muestra de ineptitud por parte del servicio que su empresa dice dar y por el que cobran la tarifa más cara de entre sus equivalentes españoles. Valiente banda de inútiles que juegan con el tiempo, el trabajo y la paciencia de los demás, especialmente de los que nos vemos obligados a recurrir a sus servicios.
Atentamente,
PS: De nuevo, le informo que el contenido íntegro de esta carta será publicado internet, en el blog personal del que suscribe. Más que nada por si sabe lo que es la vergüenza y se le suben los colores, o algo.
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NOTA: Como me imagino que (desgraciadamente) habrá más episodios de esta saga (porque son así de ineptos, que le vamos a hacer), voy a ir numerándola también y a usar coletillas de títulos de secuelas cinematográficas (o eso, o salir a la calle con una antorcha al grito de "quemad a la bruja, quemad a la bruja"). Hoy, la tercera parte de Tiburón (Tiburón 3D)
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