Estimado señor Patiño:
De nuevo me veo en la obligación de ponerme en contacto con usted (o con su becario) a causa de la ineptitud de los responsables de TMB que tenemos que pagar, tanto en el sentido literal como en el figurado, los sufridos (y créame que lo sufrimos) usuarios.
Situémonos: Lunes 6 de Marzo de 2006. Ocho de la mañana. Escucho en la radio (informativos de Onda Rambla-Punto Radio Barcelona) que no hay ninguna alteración en la red de metro. Ocho treinta de la mañana. Llego al metro. En el vestíbulo de la estación no hay ningún cartel avisando de que pase nada raro, y las pantallas luminosas tan sólo recuerdan que está prohibido fumar. Pago religiosamente, bajo las escaleras… Y a duras penas puedo llegar al andén. Lleno. Me informan de que lleva casi diez minutos sin pasar ningún tren. Megafonía, callada como una puta. Igual es que, casualmente, esta mañana se había estropeado, claro. Las señales luminosas marcan un minuto para que llegue el próximo tren… pero al llegar a los 30 segundos, entran en bucle temporal y vuelven a marcar un minuto.
Finalmente, y como ya me conozco la absoluta incapacidad de TMB para dar algo que sea ni remotamente familiar a un buen servicio, decido dar la vuelta. A estas alturas, ya hay gente esperando en la escalera. No en el andén. No en el pequeño vestíbulo que hay a pie de escalera. EN la escalera. El chico de la ONCE se ha tenido que parapetar en el quiosco, porque, literalmente, no se cabe. Y en estas que llega un tren, y… cómo decírselo… Ha visto algún documental sobre la segunda guerra mundial? Los trenes que llevaban a los judíos a Auswitch? Pues lo mismo. Si desde el techo de el vagón hubiese dejado caer una aguja, no hubiese podido llegar al suelo. Y esto en Santa Coloma, que es la SEGUNDA estación de la línea. No quiero imaginarme qué podría llegar a pasar en, no se, Sagrera.
Obviamente, en la disyuntiva de llegar tarde al trabajo o directamente no llegar, muerto por asfixia y aplastamiento, doy la vuelta mientras pienso qué combinación puedo coger. En el vestíbulo superior me encuentro con uno de esos personajes que van con un chalequito rojo con el logo de TMB y el de información (ya sabe, la i latina dentro de un círculo) y le pregunto que qué pasa. Su respuesta es “a mí que me cuentas”. Hombre, pues digo yo que si el chalequito pone “información”, debe ser que están para informar, pero se ve que no, que están sólo para dar una nota de color a la estación, porque no sólo no informan, sino que cuando les preguntas algo se lo toman a mal. Salgo, voy a la taquilla y le pregunto directamente a la taquillera que qué pasa. “Eso me gustaría saber a mí, me acabo de pelear con mi jefe porque no nos dan aviso de nada”. Antes de que me cuente su vida, que la verdad, no me interesa, bastante tengo con los problemas que USTEDES y su INEPTITUD me provocan, le pido el libro de reclamaciones. En esta ocasión (oh, milagro) me lo da rápidamente y ella misma me ofrece el billete de compensación (ese que no me sirve para una mierda porque sólo vale para metro, que es precisamente lo que no funciona, cuando yo he pagado, sin posibilidad de escoger otra cosa, un billete integrado, que sí que realmente me serviría para continuar el viaje). Debe ser que fui a dar con LA persona de TMB que hace su trabajo. No creo que dure, pobreta. A todo esto, ni megafonía, ni los avisos luminosos, ni los señores del chalequito rojo avisaban de nada (y, por los clavos de Cristo, tenga la decencia al menos de cuando me conteste con el formulario prefabricado de turno, al menos escoger uno donde no se diga que el aviso cuando hay una incidencia es inmediato, porque ES MENTIRA), y la gente seguía entrando sin imaginarse lo que les esperaba dentro.
Cojo el autobús (oh! El billete de compensación no me vale!) hasta Sant Andreu. Entre pitos y flautas, cuando pongo el pie en la plaza Orfila son las nueve, y en la radio (la misma emisora que antes) vuelven a dar el estado del transporte público… Y vaya por dios, resulta que no hay ninguna incidencia en el metro! De donde deduzco que, dado que SÍ la había (porque que pasen los trenes cada diez minutos en plena hora punta, estará conmigo en que es una incidencia como una plaza de toros de grande), o bien mintieron también a la redacción de informativos de dicha emisora, o bien aplicaron la misma política que usan con sus clientes, NO INFORMAR. Debe ser que, si no se dice, no existe.
En fin, que tengo que hacer autobús hasta Sant Andreu, allí coger el tren hasta Sants Estació, y allí volver a coger el metro, en este caso la línea tres, para poder llegar hasta mi destino. Y mira por donde que en Sants, el torno me vuelve a picar billete. OTRA VEZ. La banca gana.
Es decir, que a lo de INÚTILES (un metro cada diez minutos en hora punta? Sin avisar? Si eso no es ineptitud, que baje Dios y lo vea…) y MENTIROSOS (mentira por omisión en el caso de los no-avisos a los clientes, y probablemente, conociéndoles, mentira directa a la redacción de la radio), añadamos lo de LADRONES (puesto que me han cobrado, de nuevo, y van, dos veces por el mismo servicio).
Oh, bueno, y lo más divertido del caso es que esto se da pocos días después de que comenzasen una bonita campaña publicitaria (si se gastasen en mejorar el servicio una cuarta parte de lo que se gastan en publicidad, otro gallo nos cantaría) bajo el eslogan de “más metros, mejor frecuencia” o alguna estupidez semejante. Sí, ya lo hemos visto todos la mejora en el servicio que ha supuesto eso… De verdad que a veces no entiendo el por qué los clientes no acabamos yendo con antorchas a quemar la sede de TMB, con todos los (i)responsables dentro… Desde luego, no sería una gran pérdida. Y probablemente las cosas mejorasen. Porque no se puede ser más inepto, mentiroso y ladrón de lo que son.
Atentamente, y esperando su respuesta:
PS: Le informo, de nuevo, que el texto íntegro de esta carta será publicado en el blog personal del que subscribe, para desahogo del mismo y escarnio público de la dirección de TMB en general y de usted en particular.
Otra DANA, pero diferente.
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Estoy de acuerdo con Juanlu Sánchez quien, en su web de Al día, recuerda
que vuelven a ser horas de mucha tensión en varios puntos del este y del
sur ...
Hace 21 horas
5 comentarios:
A este paso vas a conseguir que cada vez que me suba a un autobus aquí, en Valladolid, le dé dos besos al conductor.
Jo, que envidia...
Del conductor, me vengo a referir.
Madre mía... no sé si alegrarme porque en Zaragoza no hay metro xDDD
¿Y el señor Patiño te ha respondido alguna vez?¿Directamente?
Porque esto ya empieza a ser de juzgado de guardia.
Por suerte a mi no me queda otra que cojer el coche para ir y volver de la uni...
Oh, responder responden... a los tres o cuatro meses (cuando el plazo máximo que se dan de tiempo ellos mismos es de quince dias), y con formularios prefabricados, donde dan datos en el mejor de los casos, inexactos. ASí que me imagino que, como mucho, las cartas las leerá el becario de turno y le pasará el formulario a Patiño para que lo firme.
Si se que no vale para nada, lo hago sólo por tocarles los cojones un poco...
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