Estimados señores de TMB:
Esta mañana, como todas, he cogido el metro para ir al trabajo. Y, oh, qué raro (total, sólo es la sexta vez, al menos que lleve contabilizada, porque ha habido más en las que directamente me he hecho el sordo para no acabar arrancándole la cabeza al primer empleado que pasase por allí), el metro me ha dejado tirado. Llego a la estación de Catalunya un poco antes de las nueve y media, y por megafonía se avisa (en catalán, castellano, francés e inglés, mira tú que detalle) que la línea 3 (que es la que tengo que coger para llegar hasta Maria Cristina, que es donde trabajo) no funciona entre Sants y, precisamente, Maria Cristina. Conociéndoles (ver reclamaciones mías anteriores, como por ejemplo las cinco que llevo puestas desde el 9 de Febrero de este mismo año y que ustedes no se han dignado a contestar por mucho que en su normativa digan que los usuarios tienen el derecho a recibir contestación a sus quejas en un plazo de quince dias… O tienen una concepción del tiempo un tanto distorsionada, o se pasan los derechos de sus clientes y su propia normativa por lo que viene a ser el forro de los cojones. Y visto el trato a los clientes, va a ser lo segundo, me temo. No, no me lo temo, qué coño, estoy seguro), el hecho de que lo estén avisando por megafonía y paneles luminosos indica que el metro debe llevar parado desde hace por lo menos una hora. Porque, me disculpará, pero a estas alturas no me creo ni jarto vino que hayan empezado a hacer las cosas correctamente. Entre otras cosas, porque avisan de que no funciona, pero no dan ninguna alternativa. Búscate la vida. Total, ya has pagado… Si no llegas a tu destino, es sólo cosa tuya, en TMB no somos responsables. Literalmente, además, son ustedes unos irresponsables.
Afortunadamente para mí (o eso creía yo) no soy un turista y me conozco mínimamente la ciudad, con lo que veo que la mejor combinación posible para llegar a destino con la mínima pérdida de tiempo (insisto, con la mínima pérdida de tiempo, pero perdiendo tiempo y probablemente llegando tarde también al trabajo, pero llegando lo menos tarde que ustedes, con su ineptitud, me permiten) es coger la línea 3 en contradirección (hacia Montbau, para entendernos) hasta Diagonal, y una vez en la Diagonal coger un autobús hasta Maria Cristina. Además, por ahí pasan hasta cuatro líneas de autobuses que coinciden al menos en ese tramo de ruta, no debería ser complicado. Bueno, está el punto de rezar para que el tráfico sea mínimamente fluido y no tarde tres horas en hacer el trayecto, claro, pero de eso sí que no les puedo culpar a ustedes… No, espera, sí que puedo. Porque yo no tendría que haber cogido el autobús si no fuese porque el servicio que dan (al precio más caro de España, y subiéndolo todos los años muy por encima de la inflación, pedazo de ladrones) es una mierda sin paliativos.
Como, desgraciadamente para mí, les conozco y les sufro desde hace mucho tiempo, y se que no pierden comba a la hora de cobrar dos veces por el mismo viaje a la mínima oportunidad que tienen (y si no la tienen se la crean, ver reclamaciones anteriores, en especial las del Agosto del año pasado), decido no ir a la taquilla a buscar un justificante y una hoja de reclamaciones (porque para eso hay que salir y volver a entrar, y por tanto volver a pagar su draconiana tarifa), y cogerlos cuando salga en Diagonal. Bendita inocencia... Mire, me saltaré, para que vea que voy de buena fe, el frenazo que dio el tren entre Passeig de Gràcia i Diagonal, para quedarse parado en mitad del túnel (los dioses sabrán con que motivo) y casi nos tira a todos los que íbamos en el vagón rodando por el suelo. No apunté el número del convoy y me imagino que así no hay forma de saber quién era el que iba conduciendo un metro sin tener aptitudes ni para conducir el Tren de la Bruja. Y total, tampoco es la primera vez (ni será la última) que pasa, y en esta ocasión no hubo nadie que se hiciese daño al caer al suelo o similares (creo, porque no oí gritos de dolor… de susto sí, claro). Y menos mal que nadie se hizo daño, porque, cuando llegué a la estación de Diagonal… vamos por pasos.
- Salgo por la salida de Diagonal. Me pongo a buscar la taquilla… y no hay. Ni taquilla, ni ningún empleado de TMB que me pueda dar indicación de nada. NADIE. Ya no nadie con el uniforme de TMB, ni siquiera nadie de estos que tienen con los chalequitos rojos. Intento ponerme en contacto con el jefe de estación (o quien sea) por el interfono que hay en las maquinas de venta de billetes… Y lo mismo podría haberlo hecho gritándole a una columna, porque están allí de decoración.
- Bajo corriendo hacia la salida de Paseo de Gracia. Me pongo a buscar la taquilla… y no hay. Tampoco. En esta al menos me encuentro con un señor que podría dar clases de borderío y mala educación en la universidad, transportando un ventilador (¡?) que me dice, con bastante malos modos (y créame, yo estoy siendo una ursulina tímida en esta reclamación en comparación) que para pedir una hoja de reclamaciones y un justificante tengo que ir Atención al Cliente (que manda cojones el cinismo, por cierto) que está en la entrada de Rambla de Catalunya.
- Me voy hasta la entrada de Rambla de Catalunya (vea que a esta altura ya he dado la vuelta a media manzana del Eixample, todo para encontrar a algún empleado suyo que me pudiese atender), localizo Atención al Cliente… y no me vale para una mierda, porque no hay nadie. Sólo un cartel diciendo que use las máquinas. Llamo por el interfono, y me sale un contestador diciendo que están ocupados, y que vaya a ver al Jefe de Estación. Por supuesto, no te indica dónde está (si está) el jefe de estación. Que uno pensaría que está en Atención al Cliente, visto que es el único punto donde hay una taquilla para el público, pero ahí no está. Salvo que el jefe de estación sea el cartel que dice que usemos las máquinas, claro. Pero vamos, que aunque un cacho de cartón garabateado tenga probablemente más inteligencia y sentido común que toda la directiva de TMB en pleno no creo yo que sea lo más indicado como para poner de jefe de estación…
A todo esto, menos mal que nadie se había hecho daño, o le había dado un ataque, o había visto un robo, o se había puesto de parto, o le habían dado una paliza… Cosas todas ellas que ya han pasado en el metro de Barcelona, recuerdo. Porque no hubiese encontrado a nadie que le pudiera ayudar. Menos mal que sólo era un cliente hasta los cojones de su soberana inoperancia, ineptitud, desprecio al cliente, avaricia, estupidez, falta de profesionalidad… No hace falta que siga, verdad? Menos mal que lo único que había era un cliente que quería una hoja de reclamaciones y un justificante para el trabajo que explicase el por qué había llegado tarde. Porque, a esas alturas, ya son las diez tocadas, claro. Y vamos, que si es cómo método para evitar que la gente les ponga reclamaciones lo mismo funciona (porque si no hay forma de encontrar quién te dé el libro de reclamaciones, pues no puedes ponerlas, claro), pero muy ortodoxo el método no es.
Y que igual cómo método de evitar las reclamaciones (que seguro que es un engorro el tener que contestarlas… Ah, no, espera, que es que no las contestan, que llevo más de cinco meses esperando la respuesta a una…) iría mejor el hacer un cierto mantenimiento y que el metro funcionase debidamente. Que yo ya se que soy un capullo que se queja de todo (aunque lo cierto es que sólo me quejo cuando tengo razón, y cuando digo que el servicio que da TMB es una mierda es porque es una mierda, y a los hechos me remito), pero es que ya hasta mis amigos hacen chistes al respecto de que no se quieren montar en metro conmigo porque siempre se me rompe… y no es verdad. No se me rompe a mí. Se les rompe a ustedes. Que son unos inútiles. Que gastan más en campañas de publicidad absurdas, falsas y que nadie se cree (al menos no nadie que coja el metro) que en mantenimiento. Y así les va. Bueno, no, así nos va a los pobres y sufridos usuarios, que no tenemos más remedio que tragar porque no hay opción.
Y vamos, ya del hecho que tuviese que estarme veinte minutos (de reloj) en la parada del autobús esperando que pasase alguna de las cuatro líneas que hacen el recorrido de la Diagonal entre Rambla de Catalunya y Maria Cristina, no comento nada. Porque total, pa’ qué…
Atentamente, esperando su respuesta y deseando que de una puta vez sean capaces de hacer funcionar los transportes públicos de esta ciudad de una manera digna, y que en caso contrario les de un dolor de tripas que entre más corran más les duela y que si se paran revienten, o en su defecto que les pongan de patitas en la calle por ser tan inútiles como han demostrado ser:
PS: Como ya viene siendo habitual, le informo de que el contenido íntegro de esta reclamación será publicado mañana día 16 en el blog personal del que suscribe, para su escarnio y vergüenza. Si tuviesen de eso, claro.
Otra DANA, pero diferente.
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Estoy de acuerdo con Juanlu Sánchez quien, en su web de Al día, recuerda
que vuelven a ser horas de mucha tensión en varios puntos del este y del
sur ...
Hace 16 horas
3 comentarios:
También es que tus amigos son malvados y pérfidos (menos yo, ya sabes que yo soy una buena persona que se duerme por los rincones).
Ahora que caigo, ¿no se pueden poner reclamaciones también en la OCU o algo así?
La verdad es que a veces el pasotismo de los servicios "publicos" es de verguenza extrema
lo que se debería poder hacer también es poner hojas de reclamaciones a la OCU. Porque para lo que valen...
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