su negra espada de fuego le alumbró la cara.
El Ángel Exterminador con flores a María
labró un camino de miel y fuego en su mirada.
Oíd mis huesos quebrarse con la luz del día,
oíd mi voz al cantar al Cristo de la Kaaba.
El Ángel Inseminador fecundó a su hija,
su sexo como una serpiente empozoño su alma,
la culpa negra creció y oscureció la vida
y el pelo se extendió y cubrió toda vergüenza insana.
Oíd mis huesos quebrarse con la luz del día,
oíd mi voz al cantar al Cristo de la Kaaba.
Y el niño limpio brotó de aquella fea herida,
la muerte engendró un rumor de viento en su cara.
Quien vive entre los arbustos notará la brisa,
la brisa marina que llora por la pena mala.
El Ángel Inseminador, Chucho
2 comentarios:
no tiene nada que ver, pero tu historia me ha recordado el belen alternativo que se montaron hace tiempo unos amigos, con castro, el che y no se quien mas en el papel de los reyes magos.
feliz lo que sea.
El subcomandante Marcos?
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