No, espera, no era así.
Antes de seguir leyendo (eso, ahora sí) recuerden lo que es la estadística: esa ciencia (y lo pongo en cursivas porque no es, a mi modo de ver, al menos, en ningún caso una ciencia, como mucho un instrumento de ellas, como las matemáticas) en las que si usted se come un pollo, y yo no como nada, ambos nos hemos comido medio pollo. Aunque yo siga con hambre. Será que soy un tragaldabas.
Explico esta bobochorrez que seguro que ya saben porque me encuentro en ese imprescindible blog sobre política y malas hierbas derivadas que es La Moqueta Verde esta curiosa relación estadística entre consumo de vino per cápita y tasa de crímenes violentos en Estados Unidos:
(si pinchan en la imagen , les llevará a la página de donde sale, con datos primarios y tal y pascual)
Una proporcionalidad inversa casi, casi perfecta. Curioso, curioso, dijo Alicia al salir de agujero. Pero más curioso aún es cuando vemos esta otra relación, considerando también el consumo de café:
Porque mira tú que uno pensaría que dos cosas tan malas malísimas como el alcohol y el café, que son excitantes y hacen que la gente se emborrache y son fatales para la salud y tal, incitarían los malos instintos de la gente y las harían peores personas... Pues se ve que no, ya ves tú.
Pero la cosa se pone aún más cachonda cuando se cruzan los datos con los del consumo de té helado enlatado o de zumos vegetales (les pongo los links por no llenar esto de gráficos), donde lo que se observa es que la relación consumo/violencia es... directa. De cosas tan sanísimas dóndevaaparar. (Todo esto así a ojo de buen cubero, que en estos casos no hay la gráfica de cruce de datos con violencia, sólo con consumo de vino, pero por las fechas aproximadas, ya da eso).
Qué sacaría como conclusión de esto alguien con mala idea y ganas de embolicar la troca, que se dice por aquí? Pues que la obsesión vigoréxica de gran parte de nuestra sociedad por llevar una vida sana, natural y alejada de vicios y placeres perniciosos para la salud sólo puede llevar al desorden mental, la violencia sin sentido y la delincuencia sin organizar (que, como su nombre indica, siempre será peor que la delincuencia organizada, porque esta al menos sabe dónde deja las cosas), mientras que una vida más disipada y casquivana, en la que uno se entregue con una cierta moderación al vicio, el lubricio y, por qué no, y en la medida de lo posible, el fornicio, da como resultado ciudadanos sanos mental y físicamente, que no se dedican a partirle el jeto al vecino por un quítame allá esas pajas.
Y qué saco como conclusión yo, que, ustedes que me conocen, saben que soy una persona cabal y consciente y centrada que en ningún caso tiene mala idea y le gusta buscarle los tres pies al gato? (uh... cuela?) Pues... Lo mismo, oiga. Para que engañar. Que son cuatro días, dos son fiesta, y que nos pille lo que venga bien comidos, bien bebidos, bien follaos y bien cagaos. Que al hoyo vamos a ir todos de todas formas, coño.
Eso sí, como me entere que alguno se le ocurre coger el coche después de haber bebido, me encargaré personalmente de reducir sus genitales a una masa amorfa y sanguinolenta. A patadas. Capisce?. Si se quieren matar, se maten sólos, coño ya.
9 comentarios:
Ya se sabe que la vida sana,sanísima suele resolverse con escopetazos al amanecer o navajazos al girar la esquina enmedio de la niebla...
Una sustancia embutida en las cosas de beber que vuelve a la gente violenta.
Parece una versión reducida del Pax.
¿Viste Serenity?
Anónimo, tu ves dando ideas... Pero sí, se de más gente que se ha muerto de un ataque de salud que de otra cosa.
Urui, claro que he visto Serenity. Dos veces en el cine (doblada y VO) y una en DVD (que le tengo que devolver a Dexo, por cierto).
¿Esa es la de Whedon? ¿No había que ver otra cosa antes?
¿Por qué no me va el emule?
Ah, respecto al post, sólo sé que me voy a dejar una pasta en tasis estas fiestas, que paso de tocaar el coche...
ES la de Whedon. Remata las historias de Firefly, una serie de televisión, pero se puede ver perfectamente (y se entiende perfectamente) sin haber visto la serie (yo la vi dos veces antes). La única pega es que viendo sólo la peli te quedas con la idea de que Inara es un florero sin personalidad, pero bueno...
La mula ni flowers... Igual tienes una versión obsoleta. Desinstálatela y bájate una versión nueva, a ver.
Y a lo último qué te digo? Que siempre te quedará el metro? No sería creíble viniendo de mi, verdad?
Para hacer un poquito el aguafiestas, mirando tus gráficos, yo diría más bien: los estadounidenses tienen un demora digestiva de entre 3 y 6 años (dependiendo de si tomancafé o alcohol) antes de sufrir los efectos de lo que ingerieron...
Pero sigo respetando totalmente las perspectivas genitales con las cuales amenazas a los que se propondrían mezclar consumo de cosas que sean más psicoactivas que el foie, y pilotaje de vehiculo motorizado durante las fiestas venideras.
¿Me la grabas y me la traes?
:P
Lo del tasis lo decía por Ourense, que allí no hay metro.
Bueno, en London sí, y allí sí que no pillaré tasis...
Vinou, pues si el colocón les tarda eso en manifestarse... no quiero saber cómo serán sus resacas! Reconozco que el segundo párrafo me lo he tenido que leer dos veces. Qué barroco, nen.
Tony, me tienta, me tienta... Y tú qué me das a cambio? No contaba con que fueses a Ourense también, perdón. Pero bueno, siempre queda el tren de san Fernando, que es barato y te permite llegar ya totalmente sobrio a casa (salvo que seas yanki) y quedar como un señor. Un señor helado, pero un señor.
Gracias por el piropo moquetero. ;)
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