Todas putas

Bueno, que ya va siendo hora de volver a la programación habitual de este blog, que si no me bajan las visitas...

Llevo varios días queriendo hablar del tema, pero o no hacía tiempo, o no hacía ganas, o saltaba alguna noticia que me lo hacía repensármelo para no quedar mal.

Como si a estas alturas pudiese quedar de otra manera, claro...

Estoy hablando del famoso tema de portada de la segunda mitad de Agosto y lo que llevamos de Septiembre: Señores, pásmense, en Barcelona (y en concreto, en las Ramblas) hay putas.


Nos ha jodío.

Previo pago.

A estas alturas del curso se enteran de que en las Ramblas hay putas? Pero si son famosas por ello! Las Ramblas por las putas, y las putas por rambleras!


Ah, no, que ahora son más... proactivas y en lugar de esperar en los arcos del Liceu meneando el bolso, se lanzan encima de los clientes. Y follan en la calle, en lugar de hacer un hotel o domicilio como dios manda. Oiga, que si las piedras de Escudillers, Nou de la Rambla y Arc del Teatre (lo que de toda la vida se ha llamado "el barrio Chino", vamos), sobretodo Arc del Teatre, que es así como oscura y recogida, pudieran hablar, a más de uno (y más de uno de los que están poniendo el grito en el cielo, me juego el huevo derecho sin miedo a perderlo) se le iban a poner las orejas coloraicas, coloraicas.


Y en cuanto a lo de que se lanzan encima de los clientes... Bueno, será que no tengo yo pinta de putero, pero ramblero lo soy un rato largo. Y miren, no. Que cuando curraba con horarios imposibles y llegaba a las siete de la mañana a Plaza Cataluña y bajaba las Ramblas para tomar un poco el aire antes de coger el metro en Drassanes para irme a la facultad, a lo más que se acercaban (tanto las putas rambleras como los travestis del Camp Nou, al llegar a la facu) era a pedir fuego. Que vale, no eran horas y debían estar destrozaicas de buscar clientes pa' laburar toda la noche, pero es que cuando tuve horarios imposibles y salía de la Universidad casi a las diez de la noche, que estaban los travestis llegando (y oigan, cómo se nota el cambio, qué mala es la noche), tres cuartos de lo mismo. Vale, que eso fue hace algunos años, pero es que este verano, que es cuando se supone que la cosa se ha ido de madre, según las mentes bienpensantes estas, he pasado yo por las Ramblas a todas las horas posibles y a lo más que ha llegado la cosa (y no en las Ramblas, sino en la Ronda de Sant Antoni) es a que me hicieran algún ofrecimiento a un par de metros de distancia. Que se quedaron en "no", "vale" y a otra cosa mariposa.

Que no digo yo que no, pero a ramblero y arrabalero no me gana nadie, y ya les digo yo que todo eso no lo he visto...

He dicho antes que la noticia enlazada me ha retenido de hacer este post durante algunos días. Hasta que he caído en un detalle: El Riviera y el Saratoga, que eran perfectamente conocidos en Barcelona, y fuente de chistes y chascarrillos sobre las colas que formaban en la Autovía de Castelldefels cada vez que en Barcelona había un congreso, sin que a nadie le preocupase una mierda, se chaparon a principios de Marzo. Y una BRUTALIDAD de ese calibre no ha salido (casualmente) hasta ahora, que dos diarios de la influencia de El País y La Vanguardia han declarado su particular cruzada contra la prostitución. Curioso, curioso, dijo Alicia al salir del agujero...

Sobretodo porque El País hace tiempo que no se sabe por qué aguas navega, pero La Vanguardia, de toda la vida que ha sido el periódico de la burguesía nacionalcatólica de Barcelona, la de misa de a ocho y burdel de a once.


Vamos, que yo no digo nada (aunque se me entienda todo).

Y mientras tanto, la otra puta, la de Babilonia, diciendo insensateces, para variar...