CH3CH2OH

Hace un mes les contaba, producto de un bajón tremendo que me dio una noche, que era nitrógeno. Técnicamente hablando, dejé de ser nitrógeno este martes (no, pryrios, no quería plancton... Busca Red Dwarf y mírate el primer capítulo, alma de cántaro), y el miércoles les informé de ello. Pero como me conozco, sabía bien que no podía relajar el ritmo en lo que quedaba de semana, porque tenía que seguir yendo al curro-beca-loquesea. Y, a las revoluciones que iba, la opción era binaria: o paraba, o seguía. Pero no existía la opción de frenar a medias.

Bien. Hoy es viernes. Mañana no trabajo. Ni pasado. Ya no soy nitrógeno.

Y, en unas horas, si el tiempo y la autoridad no lo impiden, seré etanol.

(y les dejo con esta chulada, via CPI, porque uh-uh-mola)