Como recordarán, en el post de ayer referenciaba al post del jueves pasado. Pues bien, el de hoy también es un post autoreferencial, concretamente al del sábado. no les voy a repetir toda la historia (para eso les he puesto el link, si no la recuerdan, pásense, léan, pásmense y comenten, coño, allí y aquí), así que me permitirán que empiece por la mitad del cuento.
Y es que el flyer de la fiesta okupa-cool-de diseño no fue la única curiosonidad que me encontré en ese expositor. Y si el primero me dejó a cuadros escoceses, el segundo hiló aún más fino, y logró dejarme a cuadros príncipe de Gales. Y los que me conocen saben que pillarme en un renuncio que me deje sin palabras y con la boca abierta es posible (un besote, Alba! Donde más te apetezca!), pero fácil, lo que se dice fácil, no es. El segundo flyer, yendo al turrón, era este.
Recordemos la situación, expositor de postalitas de bar del centro de la ciudad, tomado al asalto por flyers de los locales de moda (o que así lo intentan) de la ciudad. Diseño que remite directa y unívocamente al (vamos a ser finos, que es horario infantil) acto sexual (concretamente, a la variante conocida como salto del tigre, consistente en hacer el gilipoyas y acabar en urgencias con la polla esguinzada y la pareja con las costillas rotas por aplastamiento). Todo ello, además, en mega-fashion y con unos iconos convenientemente asexuales...
Uno puede dar una imagen de resabiado y de estar de vuelta de todo, pero lo cierto es que aún tengo una gran tendencia a hacer de abogado del Diablo, confiar en la gente y ser un tanto inocentón. Así que me dije "tate, en el de antes te equivocaste, pero este no tiene pérdida", pensándome, ingenuo de mi, que se trataba de lo que yo creía que se trataba lo que al final acabó resultando ser una fiesta okupa.
Y entonces, todo confiado de que me encontraría con la dirección de algún garito garrafonero, le di la vuelta al papelito...
...y no pude sino maravillarme y obnubilarme (que no se si la palabra aquí encaja, pero queda que te cagas) con la capacidad que tiene esta ciudad, que a veces parece surrealista pero las más demuestra que lo es, para seguir a la suya, sin importarle gobiernos, tiempos, leyes, modas ni costumbres, y seguir siendo lo que siempre ha sido. Una casa de putas, en el sentido literal (y también en el metafórico, para que engañarnos) de la expresión. Porque lo que anunciaba el mega-moderno flyer de estudio de diseño de los que cobran una pasta por decirte "buenos dias" no era otra cosa que lo que toda la vida se ha llamado "casa de citas", o, en burgués fisno, meublé. No confundir con un burdel, al burdel se va a buscar compañía, a la casa de citas la compañía te la tienes que llevar de (nunca mejor dicho) casa. O de la esquina más cercana, que preguntas no creo que hagan.
Obviamente, que en el barrio de la Ribera haya una casa de citas no es ninguna novedad, las ha habido desde que existe. Y que se publicite tampoco, y menos en una ciudad que casi se podría decir que ha hecho uno de sus símbolos (llegando a generar documentales multipremiados e incluso movilizaciones vecinales para evitar su desaparición) a La Casita Blanca, otro conocido meublé. Pero que se me anuncie así, junto con los bares y las discotecas, da como poco que pensar...
Señores gobernantes, que los jovenes no tenemos ni dónde ir a echar un polvo, arreglen de una puta vez el tema de la vivienda, que para eso les pagamos, me cago en todo!
(ahora, que la situación es ideal... Mismo al lado de La Paloma, para recoger a aquello de la una o las dos a las parejas maduritas que salen de la sesión de baile clásico -de ahí el título del post, jugando con la expresión flyer, la canción de Sinatra y lo que se puede decir durante un buen polvo-, y luego, a aquello de las cinco o las seis, a las parejas jóvenes que hayan pillao cacho durante la sesión dance...)
El PP vende otra moto.
-
*El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo junto a varios
barones autonómicos del partido.*
Así titulaba David Torres el pasado lunes en ...
Hace 4 horas
8 comentarios:
;))))
Hasta para eso sois fash en Barna...
Ays, quien me diera estar allí, con lo que me molan a mí estas pijadas...
Diego, tendrías que hacerte mirar esa papada que te está saliendo...
Tony, de "somos" nada, "son", en todo caso. Y mira, pa' la próxima vez que vengas, ya tienes la dirección. Este blog es un servicio público, señoras y señores!
(no, un urinario no, lo de "servicio público" es otra cosa, que sus veo de venir...)
Y yo que no paro de partirme desde hace 4 parrafos...
M'asmatao!!!
Joé, parece más divertido vivir en Barna que en Madriles... Para la próxima me mudo allí!!!
Troy, no, por dios, no te mueras! (jodó, tampoco es pa' tanto...)
Ghani, no te creas. No es tan divertido. Uno, que tiene arte escribiendo.
Entonces no me aconsejas mudarme a Barna, oks, lo apunto.
De verdad, fash. En Venezuela se llaman "motel" si están en las afueras de una ciudad, pero en Caracas por ejemplo ya pertenecen a la identidad colectiva, así que jamás encontrarías ningún tipo de publicidad, existe uno que es un famoso edificio al estilo de Las mil y una noches... jeje... la multiculturalidad pues. ;-)
Mariela
Publicar un comentario