Ya hace tiempo que llegué a la conclusión de que, dado que el uno de los principales objetivos de cualquier organización terrorista es conseguir publicidad mediante la propagación del terror, hablar en público de ellos más allá de lo estrictamente necesario (y lo estrictamente necesario es dar la noticia, hacer la condena y ofrecer las condolencias) es seguirles el juego, y por lo tanto me negué a hablar en este blog de terrorismos de ningún tipo. Por eso hasta el momento no he comentado nada de los ataques terroristas con los que Israel está destruyendo la franja de Gaza.
Sin embargo, me he dado cuenta de que algo tengo que decir. Aunque sea para justificar el por qué considero que dichos ataques pueden ser considerados como terroristas en el pleno sentido de la palabra.
La franja de Gaza está gobernada por Hamas, y lo está desde que ganó arrolladoramente las elecciones de 2006. Por otra parte, Hamas está considerada una organización terrorista por Israel y por la UE (también por otros, pero en tanto que ciudadano de la UE es su opinión la que me incumbe). Hasta aquí los datos objetivos.
Aceptándolos, tenemos una situación dicotómica. O bien el gobierno de Hamas es legítimo, y en ese caso estamos hablando de una guerra entre estados (lo cual es siempre deleznable, pero desgraciadamente entra dentro de las reglas del juego), o bien el gobierno de Hamas no es legítimo, y por tanto la franja de Gaza es territorio anárquico y de lo que estaríamos hablando es del ataque de un estado (que se dice democrático) sobre población civil en represalia por los actos de su gobierno. Gobierno que no tienen.
Se dan cuenta de la trampa saducea profundamente perversa que supone esa argumentación, no? Trampa cerrada, no hay posibilidad de salida.
Y el problema es que Israel (y la UE) NO reconoce el gobierno de Hamas, porque lo considera un grupo terrorista. Es decir, están bombardeando población civil por los actos de un gobierno que, según ellos mismos, no existe.
Nótese que he partido de la situación más favorable para los intereses israelies. He obviado, interesadamente, el hecho objetivo de que Israel haya convertido dicha franja en un campo de concentración, aislado del resto del mundo y, principalmente, del resto de los territorios palestinos, la implantación de colonias, la destrucción regular de viviendas... Tábula rasa. Empiezo a contar cuando desde la franja se disparan misiles sobre territorio israelí. Aún con esas, al hacer la suma, es del lado israelí del que cae el uso indiscriminado del terror y la destrucción para conseguir objetivos políticos. Y eso es terrorismo. Se lo miren como se lo miren.
Reconozco sin ambages de ningún tipo que no me gusta la existencia del estado de Israel. Su misma esencia. Si las religiones de estado me repugnan, el hecho de crear estados en función de una religión me parece una aberración, e Israel y el Vaticano son los más claros ejemplos de esto último. Pero tampoco se me caen los anillos por reconocer su existencia, y, consecuentemente, su derecho a defenderse de amenazas de cualquier índole. Pero es que algo que no existe no puede ser una amenaza, y no puedes defenderte de ello bombardeando a civiles que viven en una zona, oh casualidad, que tu reclamas como propia.
Y por favor, por enésima vez, les ruego que no confundan "israelí" con "israelita", ni ninguna de los anteriores con "judío", ni ninguna de las anteriores con "sionista". Y no entremos en el tema "semita", por favor, que no quiero tener que cagarme en los muertos de nadie. Vamos a llevarnos bien.
Y le robo la imagen a Pitu, porque resume perfectamente la (vergonzosa) actitud internacional ante la cosa.
PS: He remarcado antes que el estado de Israel se dice democratico. Lo de "se dice" es porque de decirse a ser va un mundo. También España se dice estado democrático y de ahí a que lo sea... Y el que Israel sea o no democrático en el fondo es accesorio, pero da un matiz de profundidad importante. La existencia del estado de Israel como tal no me gusta, cierto, pero no tengo absolutamente nada contra los israelíes. Contra alguno en particular quizás, pero no como grupo. Pero el hecho que sean una democracia hace que sean corresponsables de la atrocidad. Ellos, por acción u omisión, han puesto en el poder a los gobernantes que han ordenado esto, y no a otros, y eso les hace responsables, en su parte alícuota, de lo sucedido. La responsabilidad no implica necesariamente culpa, pero está ahí. Y no se puede delegar en ningún caso.
2024
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Bueno.
Ha sido un año.
No estoy segura del todo, porque creo que he estado enferma la mayor parte
del tiempo.
En verano, directamente, creía que me iba ...
Hace 9 horas