viernes, 14 de noviembre de 2008

Contra la cultura

Sergi Belbel es un dramaturgo catalán, de bastante éxito dentro de lo que es la escena catalana, y Premio Nacional de Literatura (en la categoría de Literatura Dramática) de 1996. Algunas de sus obras están entre las de lectura recomendada para alumnos de bachillerato a nivel nacional. Una de ellas, Carícies (Caricias) fue llevada al cine por Ventura Pons, y está pendiente de estreno una segunda adaptación por el mismo director, en este caso de la obra Forasters (Forasteros). Personalmente he de reconocer que no he visto ni leído nada suyo (que yo recuerdo), probablemente por el prejuicio que supone precisamente que lo haya adaptado Ventura Pons, director que, salvo sus primeras comedias (El vicari d'Olot, Que t'hi jugues, Maripili?, Aquesta nit o mai) me produce una pereza increíble, pero tiene fama de ser un muy buen escritor, un gran constructor de personajes y tener una gran habilidad para dar ritmo a sus obras. Y de ser incómodo y molesto. De deslizarse por el límite del feísmo y tratar temas como la prostitución, el racismo, la homosexualidad o la violencia social. Y de no embellecer las cosas. Sus personajes sueltan tacos como metralletas.

Premio Nacional de Literatura y autor recomendado en bachillerato, recuerden.

Lo tienen claro?

El alcalde de Rojals (Alicante) ha sancionado a una maestra de arte dramático por montar con sus alumnos una obra de Belbel. Con el agravante de que no escogió ella la obra, sino que la escogieron los alumnos. Porque contiene "expresiones malsonantes y obscenas". Expresiones del tipo "cuando era un crío, a mí también me daba asco besuquear a los ancianos. La peste a viejo se me quedaba en la nariz el resto del día y el contacto con la piel blanda y sudada me daba arcadas", "Quitar esa música endiablada, extranjeros de mierda y dejar de tocarme los cojones de una puñetera vez", "te cortaré el pito y los huevos de cuajo y te coseré el ojete del culo, mariconazo", o "y seas tan amiga del que da por culo a tu padre y se ensucia el pito con su mierda".

Expresiones todas ellas totalmente condenables, pero... Pongámoslas en contexto. Les copio fragmentos de reseñas de la obra cuando se estrenó en el TNC (sacados todos de aquí, salvo cuando se señala lo contrario):

El espectador se enfrenta a la radiografía moral de un grupo familiar, arquetipo de una amplia clase media con prejuicios automáticos respecto al inmigrante. La acción transcurre en dos momentos históricos precisos: en los años sesenta del pasado siglo, cuando el desarrollismo activó los movimientos migratorios interiores, y en la actualidad, con los recién llegados que componen un mapa de muy dispares nacionalidades. Ambos planos cronológicos se alternan continuamente (...) Casi todas las desgracias familiares afloran aquí como un rosario interminable de invitaciones lastimeras: el cáncer mortal, el matrimonio sin amor, el aborto deseado y no consentido, el forzado exilio del abuelo a un asilo geriátrico, la aborrecida homosexualidad del hijo, la mujer apaleada por el marido y que acepta resignada su destino...

Joan-Anton Benach, La Vanguardia

Forasters se centra en dos dels temes predilectes d'aquest autor: el pas del temps i les relacions familiars. L'obra, que transcorre entre les parets d'un pis de la burgesia, explica la història d'una mateixa família en dos moments del temps: els anys 60 del segle XX i l'actualitat. I circula al voltant de dues situacions que es repeteixen en les dues èpoques: la mort de càncer d'un dels membres d'aquesta família i l'arribada al pis de dalt d'uns nous veïns. Als anys 60 aquests són emigrants andalusos i avui, àrabs (...) Forasters és un text dur, agre, malhumorat, que només al final sembla obrir una porta a l'esperança. Sense gaires miraments Belbel diu que els dolents de la pel.lícula som nosaltres, que ens tanquem a la integració i a l'afecte. És, possiblement, l'obra en què apareix més vegades la paraula odi, sempre escopida amb rancor, un text ple de violència interior, a vegades una mica reiterativa, que exhibeix personatges derrotats. Després d'una primera part molt ben travada, sense caps per lligar, en la segona l'autor fa explotar la història, els crits s'apoderen de la situació i l'obra sembla reviure els més solemnes moments del més melodramàtic Tennessee Williams. Però està dempeus, amb la seva moralina inclosa, proposant finalment un discurs políticament correcte sobre la convivència i la tolerància.

Gonzalo Pérez de Olaguer, El Periódico

Como su título indica, en Forasters hay personajes venidos de fuera, portadores de otras maneras de mirar el mundo. Pero no son los verdaderos protagonistas. Lo son la fragilidad de las relaciones familiares, el paso del tiempo y, sobre todo, el miedo y la desconfianza hacia lo desconocido.

En Forasters. Melodrama familiar en dos temps, Belbel ha creado a una familia burguesa, que vive en una gran ciudad europea, y la ha situado a finales de los años 60. Una madre enferma de cáncer se exclama por los nuevos vecinos del piso de arriba: no son de aquí, son de fuera y se mueven, huelen, bailan y cocinan de manera diferente. Esta madre representa un viejo mundo, de hieráticas costumbres, del que su hija reniega y huye. Pero 40 años más tarde, esta huida será en vano. Ella misma se encontrará postrada en la misma cama donde murió su madre. Y los vecinos de arriba han cambiado. También son de fuera, pero han venido de más lejos aún, de otro continente, y sus costumbres vuelven a sonar tan o más lejanas como las de los primeros vecinos de los años 60.

Elena Cuesta, El Mundo


Vamos, que es una obra que trata de lo que pasa en la calle. Y me van a decir que ustedes no han oído esas cosas (y peores) en la calle, día sí, día no, y el de en medio? Y sin terminar con "moralina" ni "discurso políticamente correcto a favor de la convivencia", sino dichas mortalmente en serio?

Lo siento, llámenme malpensado, pero es que no me puedo quitar de la cabeza que lo que le ha molestado a doña Silvia Pizarro, concejala de cultura y educación de Rojales (quien, con dos cojones, es capaz de decir que "este tipo de obra no es para Rojales"... mientras reconoce no haberla leído! Eso es criterio!), y al señor Antonio Martínez Cánovas, alcalde del susodicho pueblo (del Partido Popular, por cierto, y no digo yo que esto tenga nada que ver, nooooooo!!!) es, precisamente, la moralina y el discurso políticamente correcto. La llamada a la convivencia y el respeto al otro. Algo que en una obra de ficción, salvo que seas un teletubbie, sólo puedes hacer mostrando el otro lado. ESO es lo que encuentran malsonante y obsceno.

No quiero pensar qué le hubiese podido suceder a la buena mujer si se le llega a ocurrir representar el Tito Andrónico de Shakespeare, o Marat-Sade de Weiss, o algo así...

Que asco, de verdad.

13 comentarios:

Otto Más dijo...

¬¬

Que yo recuerde, presente de subjuntivo.

¬¬

Chamo

Corredero dijo...

La moralina pepera se ha instalado en el antiguo País Valencià de una forma alarmante. Y a ver quién es el guapo que sabe/puede romper con ella.
Te lo dice uno que, en un mitin, denunció la incoherencia de la que era concejal de la mujer en su pueblo al ser concejala del tema y, a la vez, pertenecer a un colectivo en el que la mujer no tiene derecho a voto. Por decir eso casi le apedrean. Con eso te lo digo todo.
Y hablamos de un pueblo de solo 8000 habitantes.

Shanks dijo...

Se quedan en la superfície y no son capaces de ver que a través de la discusión de la obra se va a educar más efectivamente a los chic@s de la clase, que simplemente diciéndoles "eso no está bien".

Sota dijo...

Otto, misspelling. Fustígome.

Corre, pues algo habrá que hacer.

Shanks, eso mismo.

Shanks dijo...

El género humano me sigue decepcionando una y otra vez. Y no creo que cambien las cosas!

Maggie Wang Kenobi dijo...

uy, po yo no he escuchado lo de besuquear a los viejes, que a mí lo que me da repelús en general es el contacto con mortales, sisisi.

Sota dijo...

Shanks, la culpa es tuya por conservar confianza en el género humano. A mi hace tiempo ya que no me puede decepcionar...

Mag, ah, sí? Y tus mucamos qué?

Urui dijo...

Hombre, Sota. Sus mucamos han pasado un proceso de selección, limpieza, etc. No creo yo que a Maggie se le pueda acercar cualquiera.

Erynus D'Alecto Graeme dijo...

Pero malsonante y obsceno, es. Para ciertas edades se podria suavizar un poco, que ,aparte de que luego se quejan de que los niños hablan mal, seguro que algun alumno se identifica con su personaje.

Antispam=lenta

Anónimo dijo...

Nadie puede tomar en sus manos la educación de los niños del pueblo, dice Rojales.

Lo siento, pero siempre había pensado, llámeme ignorante, que precisamente los profesores tienen en sus manos la educación de los niños. Y los padres también, por supuesto, pero si relegamos la figura del profesor a un tipo que simplemente explica una materia, para eso no hacen falta. Cualquier libro u ordenador puede ofrecer eso mismo en cualquier momento.

Manda cojones lo increíblemente toca-ídems que son esta gentuza.

Fet dijo...

Estamos rodeados.
No me cogerán vivo.

Sota dijo...

Urui, todo lo que quieras, pero son mortales.

Erynus, soberana gilipollez. Cualquiera de esos chavales puede darnos clases a los que estamos aquí de cómo soltar tacos.

Pry, pues sí. Los profesores, en teoría, están para eso...

Fét, variaciones sobre el tema: No me cogerán vivoS.

Erynus D'Alecto Graeme dijo...

¿y por eso es lícito darles mas ideas?
Si algo es soez, es soez. Y si un adolescente que dice un taco se lleva un capón en casa y luego no solo lo permiten en el colegio, sino que lo apoyan, apañaos vamos.
¿el necesario el lenguaje malsonante para "remover conciencias" cuando, de entrada, quien lee a ese señor ya sabe lo que va a leer?

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