martes, 4 de noviembre de 2008

Y menos mal que nos queda Portugal

Y no lo digo porque el gobierno portugués se haya unido a la ola de marxismo-leninismo que nos invade y haya decidido nacionalizar un banco (ains... si hace un año alguien -que no fuese Julio Anguita- hubiese hablado de nacionalizar la banca, rápidamente hubiesen aparecido unos señores de blanco que le hubiesen dicho "ven" y lo habrían metido en una celda acolchada sin pensárselo dos veces), no.

Más bien por la noticia que hoy sacaba El País de que hace treinta y dos años estuvimos a tantito así de entrar en guerra con ellos, porque Arias Navarro, alias el Carnicerito de Málaga (cerca de veinte mil personas fusiladas en esa ciudad entre el ocho de Febrero de 1937 y el 25 de Agosto de 1944, bajo su responsabilidad, sin contar la columna de refugiados que huían de la ciudad durante el avance de las tropas franquistas y que fueron bombardeados desde barcos de guerra y ametrallados desde avionetas por el ejército italiano a petición suya. Y eso sin contar las penas de muerte que firmó después, estando en el gobierno. Nótese que el mote no se lo pusieron los rojos, sino las propias tropas italianas, horrorizadas ante la carnicería, del mismo modo que lo de Paca la Culona para referirse a Franco fue cosa de Queipo de Llano, no de la Pasionaria), a quienes ustedes recordarán por el corte televisivo que más champán ha hecho correr de en la historia



le daba miedo que "empezara a extenderse el comunismo como consecuencia de la formación de un Gobierno de izquierdas en Lisboa". Ya saben, era la época de la Revolución de los Claveles, y tal, ese momento histórico en el que los portugueses nos pasaron a los españoles la mano por la cara al sacarse de encima su dictadura y del que aún podrían estar riéndose.

Lo grave del caso no es ya ese hijo de obispo pretendiese embarcar a España en la única guerra importante que ha tenido con su vecino desde la de las Naranjas (por no decir, y gente que sabe más de historia que yo se pasa por aquí y sabrán corregirme si me equivoco, la única guerra digna de ese nombre que hayan tenido nunca España y Portugal desde que estos se sacaron a Felipe IV de encima). Lo grave es que, por lo que se desprende de lo que dice el artículo, Kissinger (otro pájaro de cuenta), no le hizo malos ojos a la idea. Por no decir que le ponía palote.

Al final, por suerte, la cosa no fue. Pero no porque ninguno de ellos entrase en razón, sino porque los diplomáticos estadounidenses veían peligrar la posición del Carnicerito en el organigrama del gobierno franquista. De nuevo la historia tropezaba con la misma piedra, y si Hitler (como ven, hoy hablo sólo de gente agradable, simpática y libegal) no permitió que España entrase en la Segunda Guerra Mundial porque consideró que incorporar un aliado que estaba desangrado por su propia guerra civil supondría dejar un eslabón muy débil al descubierto, ahora nos ahorramos una guerra sobre el Guadiana porque Estados Unidos no se podían permitir el lujo de apoyar una guerra que sus aliados europeos hubiesen visto con muy malos ojos y que estaba promovida por alguien cuya situación política estaba pendiente de un hilo.

Pues eso, que menos mal que al final no pasó nada, y menos mal que nos queda Portugal. Porque mira que son bonitos los fados...


Não quero cantar amores,
amores são passos perdidos.
Não quero cantar amores,
amores são passos perdidos.
São frios raios solares,
verdes garras dos sentidos.
São frios raios solares,
verdes garras dos sentidos.
São cavalos corredores
com asas de ferro e chumbo,
caídos nas águas fundas.

Caídos nas águas fundas,
Não quero cantar amores.
Paraísos proibidos,
contentamentos injustos,
feliz adversidade,
amores são passos perdidos.
Feliz adversidade,
amores são passos perdidos.
São demência dos olhares,
alegre festa de pranto.
São furor obediente,
são frios raios solares.
São furor obediente,
são frios raios solares.

Da má sorte defendidos
os homens debom juízo.
Da má sorte defendidos
os homens debom juízo.
Têm nas mãos prodigiosas
verdes garras dos sentidos.
Não quero cantar amores
nem falar dos seus motivos.


11 comentarios:

Soliloco dijo...

Y los pastelitos, no nos olvidemos de los pastelitooooos

Hmm.. ologiss?

nanyu fonseca dijo...

y los platos de bacalao... ummmm.

Casta dijo...

Como me gusta Misia.

Ayer leí la noticia en el país y me parecía una guerra ridícula, como de tercera regional... vamos la rechufla del mundo... la legión, la cabra...

mange

Sota dijo...

Soli, Nan, a este paso acabaréis diciendo las toallas, y no es plan.

Casta, Misia es estupenda. Y sí, la cosa era bastante estúpida.

DeCa dijo...

A mi, lo que mas me gusta de portugal son los hombres. Y si fuera a poner un negocio, claramente, de depilación facial femenina...

A parte de eso, si. También me gustan los fados.

Maggie Wang Kenobi dijo...

De las cosas que se entera uno leyendo un periódico, jaté tú. Pero, vamos, que me da que esos planes no estarían muy avanzados, que no que no.

Y ya que a ti te he contestado en el blog de DECA, a DECA le voy a contestar aquí: a ver, que si las chicas no se depilan la cara no es porque no puedan, sino porque no quieren. Así que en lugar de poner una empresa de depilación facial femenina, tendrías que impulsar una campaña de publicidad que motive a las chicas a depilarse.

Sota dijo...

Deca, pues no se. Es que no he estado nunca en Portugal.

Mag, ya. Pero algo tenía que comentar, no? Que si pongo sólo a Misia luego Nan se me queja...

starfighter dijo...

Como me suena esto a Perejil. Por no decir a la de las naranjas, penosa donde las haya.

Sota dijo...

Star, la de las Naranjas la cito en el texto, ejem...

Fet dijo...

La revolución de los claveles me da una envidia que me enferma. Aquí si no se muere el hijo de puta, seguimos tragando 40 años más.

Alvaro dijo...

Paca la culona xDDDDD

Mola mucho el fado, si.

Aun me acuerdo de Madredeus.

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