Intrigas palacie(na)gas

Lo suyo hoy sería hablar del cumpleaños de la Sofía (la Mazagatos no, la otra) y, sobretodo, de las declaraciones recogidas en el famoso libro de la muy opusina Pilar Urbano. Pero qué quieren que les diga, me da pereza. Mucha. En parte, porque se califican por si mismas y nada puedo aportar ahí. En parte, porque a estas alturas del partido ya cualquier cosa que dijese sonaría a lugar común, tanto si me refiero a lo que dijo (que si a qué viene tanto interés por el estudio de la religión por parte de alguien que cambió la suya a conveniencia, que si por qué si el matrimonio entre dos señores no puede ser llamado matrimonio el matrimonio con una divorciada no va a poder ser llamado bigamia, que si cierto es que los niños necesitan una explicación del origen del Universo y de la vida, pero que para eso está la clase de ciencias, no los cuentos de hadas...) como si a debió o no decirlo (no, no debió: Puede tener las opiniones que le salgan del coño, pero no puede decirlas en público, y mucho menos dejar que se pongan negro sobre blanco. El papel constitucional de la monarquía es de árbitro, y el árbitro no puede tomar partido), o incluso si me refiero a las reacciones políticas y mediáticas que ha suscitado (en resumidas cuentas, González Pons, en sus primeras declaraciones, bien. Los demás, en especial el PSOE en bloque, de puta pena). Esto último es especialmente vidrioso, porque me obliga a darle la razón al impresentale de Jaime Peñafiel cuando, después de salir rebotado de la Casa Real (y "después de" aquí significa "durante varios años que siguieron a que"), se quejaba amargamente de que el problema con la familia real española es que estaban rodeados de demasiados cortesanos. Y no vean lo que me jode admitir que ese tío tenga razón, pero los hechos se la dan.

(pausa para respirar)

Si no quiero hablar del tema (no, el párrafo anterior no es "hablar del tema", ya saben ustedes que yo cuando me explayo, me explayo) no es sólo por pereza, porque ya se haya dicho todo lo que hay que decir o porque ni en mis mejores sueños vaya a poder escribir algo ni la mitad de bueno de lo que escribió al respecto el maestro Micockringnomedejapensar. Bueno, sí, es por todo eso. Pero además, es que no veo por dónde van los tiros esta vez.

Por un lado, tenemos a Pilar Urbano. Una periodista a la que se le pueden criticar infinidad de cosas y decirle de todo menos bonita sin miedo a equivocarse, pero a la que si algo no se le puede negar es tablas y profesión. No me cuesta nada creerme que haya hecho preguntas capciosas para que la respuesta fuese la que ella quisiera, e incluso que haya "embellecido" las respuestas a su gusto, pero NO me creo que se haya inventado nada. Esta señora tiene una reputación y jugársela así de buenas a primeras por hacer publicidad a un libro que se vendería solo (porque estos libros se venden solos, qué le vamos a hacer) sería muy poco inteligente por su parte. Y exactamente los mismos argumentos son aplicables a Planeta, la editorial.

Por el otro, tenemos a la Sofía (la Coppola no, la otra), la Gran Profesional. Otra a la que se le pueden criticar infinidad de cosas, pero a la que tampoco se le pueden negar las tablas. No me creo que cuando una periodista llama a la Zarzuela para decir "oiga, que venía a hacerle una entrevista a su majestad" se haya creído que estaba en una entrevista privada. Ni siquiera que haya confiado en los off the records. Lo que fuera que dijo, lo dijo sabiendo que iba a ser publicado, y esta señora se conoce lo bastante bien su tajo como para poder imaginarse cual sería la reacción a sus palabras.

Y por el otro está la Casa Real, que dio el placet a la publicación. Que no estamos hablando de una "biografía no autorizada", sino de una entrevista hecha con todas las de la ley y todos los permisos pertinentes.

Vamos, que alguien quiso que esas palabras salieran publicadas y se montase el pollo que se ha montado. Y no hay un beneficiario claro, porque a priori, los tres actores quedan pringados, y si te lo miras un poco más de cerca... también. Vale, Pilar Urbano y Planeta van a hacer un montón de pasta con esto... Pero si se les echan todas las culpas a ellos y se acepta que la Casa Real es inocente (no cuela, recordemos que hay un permiso para la publicación, tendrían que tener a alguien conchabado dentro), se cerraban las puertas de Zarzuela pa' los restos, así que no creo...

Aquí está pasando algo raro, alguien está moviendo piezas que no conocíamos en movimientos que no nos esperábamos y, al menos yo, no veo con que motivo en mente. Y no diré que la cosa me asusta, pero al menos me intriga. Habrá que sentarse a verlas venir.

O también podría ser que simplemente fuesen todos una panda de capullos, estúpidos, ineptos y endogámicos que deberían ser decapitados en la plaza pública, que todo puede ser...






Ah, y antes de que se me olvide, para los lectores yanquis de este blog (que lectores no se si habrá, pero visitas llegan, un consejo para la recta final de la campaña.