No es eso, no es eso, no es eso

El post de hoy, como culminación de la Semana del Orgullo Freak (que no se si se han dado cuenta, pero es de lo que he estado hablando toda la semana) pensaba titularlo "XXX". Porque la idea era ir a ver X-Men III (X-3, XXX, lo pillan? Sutil no es...) la tarde-noche de ayer, y hacer hoy la crítica. Acabo de llegar del cine. Y he tenido que cambiar de idea, y substituir las "X" por un "no es eso". Porque no es eso. Para nada.

Pongámonos en antecedentes. Ya dije el otro dia que las películas basadas en la franquicia mutante marvelosa son de las pocas adaptaciones de comics al cine que me han gustado. Lo de los trajes de cuero me pareció una muy buena idea (seamos sinceros, los de lycra en dibujos quedan muy bien, pero en la realidad hay a dos personas en el mundo que los pudiesen llevar sin provocar vergüenza ajena, y no son actores, sino gimnastas). Las caracterizaciones de Lobezno y Dientes de Sable en principio me chirriaron bastante, pero después de ver la primera película me acabaron gustando. La de Mística me pareció genial desde el principio, encuentro que refleja muy bien tanto al personaje como a sus poderes (aparte de que la Romjin esté como para dejarle que te haga un favor). La de Rondador en la segunda me gustó menos (hubiese preferido el elfo sexy y elegante de toda la vida), pero la representación de sus poderes era espléndida. Y el juego de cambiar las edades canónicas para reordenar situaciones y justificar el poner personajes muy conocidos dentro de la escuela me pareció fantástico, porque se cargaba el canon, sí, pero tenía sentido y estaba bien hecho. Vale, siempre me he quejado de las apariciones de Tormenta, en la primera porque es poco más que un florero, y en la segunda porque lo que le dice a Rondador en el Pájaro Negro es algo que Tormenta no hubiese dicho nunca, encuentro que sir Ian McKellen no fue una elección adecuada para encarnar a Magneto (demasiado viejo) y el diseño de su uniforme es como de obra de fin de curso de colegio de curas, y me revienta esa manía de cargarse a personajes (especialmente de los malos) que aún tienen mucho juego que dar, a las primeras de cambio y de las formas más estúpidas (y estoy pensando en la muerte de Dama Mortal en la segunda). Pero, en conjunto, las dos primeras películas de la franquicia me merecían una valoración más que buena.

Y a partir de aquí puenden empezar los spoilers. Aviso.

Porque vamos a ver. Pase la camiseta de Lobezno con poder curativo (sí, la camiseta tiene poder curativo...) que entra y sale de la cinturilla de su pantalón en función de la cámara que le esté enfocando. Pase que a la hora de hacer la caracterización de la Bestia hayan conseguido un logradísimo maquillaje... pero se olvidasen de que el doctor McCoy también tiene manos, y tuviesen que arreglarlo deprisa y corriendo con unos guantes de látex comprados en los restos del último halloween. Ya saben, unos de esos de disfrazarse de hombre-lobo o mottruo del infienno. Pase el horríble peinado de Tormenta (que, en cambio, aquí sí se comporta como Tormenta, cosas veredes). Pase que para hacer el papel de un personaje tan descaradamente hetersexual como el Ángel (y estaré encantado de discutirlo cuando quieras, Tony) hayan cogido a un actor con tantísima pinta de loca de club, y que en cambio a un personaje tan descaradamente homosexual como Jamie Madrox lo hayan convertido en heterosexual (o eso de deduce del repaso que le da al culo de Mística). Pase que el diseño del Juggernaut lo hayan hecho sobre un dibujo de Ralf König (porque es uno de los chulazos que dibuja König). Pase que cuando Tormenta vuela lo haga, o bien rígida como si le hubiesen metido una escoba por el culo, o bien dando vueltas como si fuese Marea. Pase que Lobezno le saque una cabeza a Tormenta (aunque esa escena hizo que me rechinasen las muelas). Pase que el Ángel vuele totalmente espatarrao (lo cual una postura muy aerodinámica no se puede decir que sea, precisamente) y que sea capaz de hacerlo sin extender las alas (porque si no, los cojones hubiese podido salvar a su padre, que caía pegado a una pared y el pase que hace es horizontal, no vertical, con lo que el ala tendría que haber chocado contra la pared). Pase que fusilen repetidamente una de las muertes de El Cortador de Césped, una peli por lo demás totalmente olvidable. Pase que se pasen por la piedra a Cíclope (y ni se molesten en mostrarlo, por si le pueden resucitar luego, que es una franquicia Marvel) y a Xavier (aunque a este lo resucitan directamente después de los títulos de crédito) y que dejen sin poderes a Mística, a Magneto y a chopocientos mutantitos más. Pase incluso que Tormenta use su poder casi a nivel de florero (porque la última batalla una Tormenta como dios manda la había terminado en cinco minutos). Miren si estoy siendo bueno, dando manga ancha y dejando pasar cosas. Que es que no me merecen. Que una actitud más positiva y favorable a ellos no puedo tener.

Pero.

Si lo que quieres explicar es la historia de un personaje que ni tiene el aspecto del Fénix, ni demuestra tener los mismos poderes del Fénix, ni se comporta como el Fénix, ni emplea el efecto Fénix (con el juego que les hubiese dado a los de FX), ni es el ávatar del Fénix, no uses a Fénix. Si el personaje del que quieres hablar empieza siendo una pequeña Carrie, tiene la personalidad de Aurora, la historia de Cuentacuentos, le das una escena puramente Selene (su encuentro con Cíclope), y la actitud y los poderes de Proteo (que esa es otra, dónde se ha visto que el Fénix se dedique a desintegrar gente uno por uno? Desde cuándo es tan sutil? Fénix come estrellas, y si por el camino se carga a unos cuantos planetas habitados, no es cosa suya, ella juega en otra liga), no malgastes a Fénix. Usa a Proteo, que también es un malo maloso de primerísimo orden con un poder que se sale de las tablas (de hecho, le dio una paliza a Fénix) y muy íntimamente relacionado con la Patrulla. O a Legión, tres cuartos de lo mismo. Y resérvate al Fénix para más adelante, que es un personaje que puede dar mucho más juego. Tontos.

Y luego el final... Vamos a ver, el gran drama de la historia de Fénix no es que se vuelva malvada. No es que mate gente. Es que cuando se da cuenta de en qué se ha convertido, y ve que no puede evitar volver a perder el control, prefiere suicidarse a arriesgarse a volver a matar. Repito por si hay alguien despistado. Se suicida. Sacrificio propio, personal e intransferible. No hace que el asesino del grupo la mate, haciéndole ver que es la única salida que tiene. El final de esta película es dramático, sí, pero no trágico. Y la de Fénix es la historia de una tragedia.

Que no. Que no es eso. Que se han cargado la franquicia mutante. Que después de este desaguisado va a ser muy difícil sacar algo bueno y coherente de ahí. Que de toda la película se salvan dos escenas, la conversación entre Lobezno y Pícara cuando esta decide que quiere que le apliquen la cura, porque lleva un calentón de la hostia y no puede tirarse al hombre de hielo sin dejarle inconsciente, y la forma en que Kitty se logra sacar de encima al Juggernaut (aunque, técnicamente, antes ya lo había matado de una forma muy horrible al fundirlo con el suelo, pero en esto se ve que no han caído los guionistas). Si me apuran, salvo las dos Bolas Especiales de Coloso-Lobezno. Pero nada más.

Y ahora me van a dejar que me desquite y me de un gustazo, verdad? Gracias.Y mañana. Allí. Todos. No valen excusas. Oido?

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