El dimoniooooo!!!

Después de lo de ayer, que fue profundo, con calado social y tal y tal, pasemos a algo frivolón para desengrasar...

Supongo que saben (y si no, se lo cuento) que se acerca el Festival de Eurovisión. Que es una cosa que bascula entre el encanto kitch y el horror subhumano à la Lovecraft, donde unos cantantes/conjuntos musico-vocales/performers/vicetiples hacen un numerito (en principio musical, aunque a veces llamar a eso "musica" hace que al yunque, el martillo y el estribo les entren ganas de afiliarse a la CNT y declararse en huelga indefinida contra la explotación laboral) en representación de las televisiones estatales (que no de los países, error muy generalizado) de los diferentes países afiliados a Eurovisión, que es una organización internacional a auna a las televisiones públicas europeas (aunque también estén Israel y Chipre, geográficamente africanas; y sí, Turquia tiene parte de su territorio en la Europa continental y por tanto tiene tanto derecho a estar representada como Rusia, que tiene casi todo su territorio en Asia, y no digamos Islandia, que por no estar no está ni en la misma plataforma continental), en teoría para facilitar la retransmisión conjunta de acontecimientos de interés para dos o más de los paises que la conforman, aunque a la práctica me parece que sólo montan este show. Con todo lo malo que tiene (y ya les digo que suele tener un punto hortera incluso para mí, y mira que a mi lo hortera -con gracia- me gusta), de ahí han salido un buen puñado de canciones excelentes (del Nel blu di pinto di blu de Doménico Modugno -más conocido como Volare, inmortalizado por los Gipsy Kings- a My number one de Helena Paparizou, pasando por el Eres tú de Mocedades, que es una puta maravilla de canción), y de canciones no tan excelentes pero divertidas y que te pueden salvar una noche de farra. Y luego está ABBA, claro, que ahí mi vena filogai-casposo-higronáutica me puede.

Bien. Parece ser que este año, a Radiotelevisión Española (que no a este país que constitucionalmente se llama Españññññññññña, insisto), pese a todos los esfuerzos que muchos hemos hecho para que lo hiciesen los Hapiness con su "Amo a Laura" (canción del verano YA!), lo van a representar, agárrense los machos, las ketchup, con una canción todavía más horrible que el Aserejé (sí, es posible, el Aserejé por lo menos era chiste bailable,esta, definitivamente, no), de nombre Bloody Mary. Obviemos la herejía que supone el usar el nombre de tan nutritivo coctel y tan insigne pirata (pirata? piratesa? Cuál es el femenino de "pirata"?) para un truño como ese, que se me sube la sangre a la cabeza y lo veo todo rojo, y además no es de lo que les quería yo hablar hoy.

El caso es que por lo que me cuentan los entendidos (en el tema), en los paises del norte del continente esto de Eurovisión que aquí, hasta que Operación Carbunco lo resucitó como evento preparatorio del Festival del Orgullo Gai (no por nada, sino porque sólo oigo hablar del tema a gais) lo teníamos olvidadísimo, aún se lo toman muy en serio. Ya no digamos en los paises del este, que están como España en el desarrollismo, deseosos de cualquier cosa que pueda hacer que su nombre suene internacionalmente, así sea una desgracia. Pues en Finlandia (que es un país del norte de Europa, cuna del vodka Absolut, de los puros Davidoff, de Papá Noël, del abuelo Yulipuki y de Aguantetherasmus -chiste privado que van a entender dos personas, me temo...-) la televisión estatal este año ha decidido llevar a los Lordi, que son cuatro tios disfrazados de mostruos de serie B à la Slipknot, que hacen un heavy light (sí, se que suena raro), apto para toda la familia, muy MTV (amo a Lauraaaaaa...), pero que realmente suena bien, y que al menos tiene el punto de, pese a cantar en inglés, en lugar de en finés (o lapón), que sería lo propio (porque total, ya que las canciones de Eurovisión no van a decir nada de una gran profundidad, que no me veo yo ahí a un Victor Jara o una Joan Baez, por lo menos que te enteres de como suenan otros idiomas), no ser la enésima copia de lolita/efebito/combinaciones lineales de los anteriores haciendo gorgoritos mientras enseñan piel para que la gente no se fije en lo mal que cantan. Y además se han hecho un video muy simpático para la canción. Vean, vean...

Como pueden ver, juegan con la estética del cine de terror de serie B de toda la vida (bueno, el de los setenta-ochenta), pero los puede ver la abuelita sin problemas. Que no son la familia Manson ni Ministry.

Pues quienes-ustedes-ya-se-imaginan (facción -o debería decir fasción- finesa), como no, han puesto el grito en el cielo. Les enlazaría en artículo del NY Times donde lo explicaban, pero me temo que me lo pasaron hace dias y a estas altura ya es de pago, y no es plan. Aunque vamos, se lo pueden suponer, lo de siempre, que si son un mal ejemplo, que si dónde vamos a parar, que si patatín, que se el dimonioooo!!!, que si patatán, que si la decadencia de occidente, que si la concatenación de los elementos, que si el abuelo fuma, que si la abuela bebe.

Lo curioso del caso es que en esta ocasión han salido organizaciones rurales (y remarco lo de rurales porque no han salido de los ambientes más rrrrrrabiosamente modernos y progresistas de Helsingfors -aka Helsinki, lo bien que va la wikipedia para tirarse un moco y quedar como una persona cultivada, tu-, sino de los ambientes rurales, en general más refractarios a cualquier tipo de modernidad) los que les han contestado que de qué van, que Finlandia en particular, y los países escandinavos en general, llevan unos cuantos años exportando bandas por el estilo con gran éxito, y que si sirve para dar a conocer el país y dar una imagen diferente de ellos (parece ser que los fineses tienen un complejo de inferioridad innato tremendo, por lo que decía el artículo que les comentaba) y que se dejen de hostias que esto son solo gente que se disfraza para hacer un espectáculo y que tienen de satánicos lo que Acebes de demócrata (bueno, eso último no lo han dicho ellos, lo digo yo, que hacía mucho que no le metía una pullita y tenía el mono, pero ya me entienden).

Y claro, a uno le entra una envídia malsana y una cosa por el cuerpo cuando lee esas cosas que pa' qué...

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