Formulario núm.37715
Señores de TMB:Es la séptima vez en lo que llevamos de año que me veo en la obligación de ponerme en contacto con ustedes a causa de su pésimo servicio y nefasta atención al cliente (por llamarle de alguna manera).
Conste que no lo hago porque, a dia de hoy (escribo esta reclamación el domingo 2 de Julio) aún no haya recibido respuesta a mis reclamaciones realizadas los días 15 de Junio (formulario núm. 69060), 13 de Marzo (formulario núm. 40168), 6 de Marzo (formulario núm. 39260) y 9 de Febrero (formulario núm. 21737), todos ellos del presente, pese a que, según su normativa, los usuarios tenemos derecho (lo cual, leído al revés, implica que ustedes tienen la obligación) a recibir respuesta a nuestras reclamaciones en un plazo máximo de quince días. Nótese que las he ordenado de más reciente a más antigua porque, si bien entiendo que en el caso de la formulada el 15 de Junio puedo entender que los escasos quince dias transcurridos puedan hacer que la respuesta se retrase (por cuestiones de correos y similares), en la de Febrero, desde la cual han pasado prácticamente cinco meses, no hay más excusa posible que su dejadez, inoperancia, ineptitud y desprecio absoluto hacia el cliente y hacia su propia regulación interna.
Conste también que no lo hago porque el pasado 24 de Junio, a las 7:30 de la mañana (es decir, dia festivo, pero dentro del horario habitual del metro, con lo que no son válidas excusas del tipo “es el horario especial de Sant Joan”) me tuviese que estar esperando cuarenta minutos a la llegada de un convoy en la estación de la Sagrera (se supone que un dia festivo en esos horarios, en la línea 1, los trenes deben pasar cada seis minutos con nueve segundos, según la información que ustedes dan en sus paneles), por supuesto sin dar ningún tipo de aviso o información al usuario de por qué los trenes no pasaban. Total, para qué. Afortunadamente, ese dia no llevaba prisa y sí tabaco de sobras para hacer más amena la espera. Ni siquiera porque durante la mañana del dos de Julio, a las seis menos cuarto de la mañana, me encontrase con que, en la estación de Arc de Triomf (una vez dentro y con el billete cancelado, por supuesto, no vaya a ser que por avisar antes a la gente le de por pensarse si hay otros medios de transporte que no le tomen el pelo de esta manera) los carteles luminosos avisaban de que el siguiente tren pasaría en quince minutos. A todo esto, con gente ya esperando en el andén, es decir, que hacia un buen rato ya que el tren anterior había pasado. Por supuesto, los quince minutos se acabaron alargando a veinte (el tren acabó saliendo de la estación a las seis y cinco) debido a la curiosa manía que tienen dichos carteles de dar saltos atrás en el tiempo. Que digo yo que por qué no lo patentan, que esto del viaje en el tiempo seguro que es un descubrimiento gordo y les dan el Nobel, o algo así. Pero vamos, que ya le digo yo que, de cara al cliente, lo de mirar el cartel, ver “siete minutos”, girar la cabeza, volver a mirar el cartel y ver “ocho minutos y medio”, más que de darles un premio, lo que da ganas es de cagarse en todos sus muertos.
Esta reclamación, yendo al grano, en realidad es porque en la mañana del viernes 30 de Junio, a aproximadamente las 9 de la mañana, el metro donde iba a trabajar se quedó parado a la altura de la estación de Sant Andreu. A los cinco minutos (se lo concedo, por lo menos comienzan a dar avisos, cosa que antes no hacían, sigan por ese camino y quizá de aquí a un par de lustros comenzarán a dar un servicio digno de tal nombre) sonó por los altavoces de la estación una voz indicando que “por problemas técnicos en la estación de Universitat” (los cuales, por supuesto, no especificaban) la circulación de los trenes “sufría retrasos”. Lo cual es algo que, teniendo en cuenta que llevábamos cinco minutos parados, ya sabíamos, claro. Vamos, cualquier persona con dos dedos de frente se habría dado cuenta, no se si lo hacían notar porque tenían sospechas de que algún directivo de TMB podría estar viajando en el metro en esos momentos. Como ya me los conozco (séptima carta en este año, recuerda?) y, además, los paneles luminosos habían pasado a mostrar el cartelito de “reorganizando información” (o algo así, no recuerdo la frase exacta), señal inequívoca de que el metro funciona como es habitual (es decir, no funciona), salgo del vagón y me voy en dirección a la taquilla para pedir el billete de compensación (juas!), la carta de reclamación y el justificante para el trabajo. Pero ay, desgraciado de mi, que voy a salir por una salida que no tiene taquilla, tan sólo una señorita con un chaleco donde pone “información” y que no se para que está, porque desde luego a la gente que va entrando no se molesta en decirles que el servicio “sufre retrasos”, y se lo tengo que decir yo, para que no gasten su billete tontamente. La chica, por lo menos me informa de que la taquilla (la única que hay) está en la salida que queda en la otra punta del andén. Como que de perdidos, al río, ahí me tiene usted a mi bajando las escaleras, cruzando el andén a toda prisa mientras farfullo maldiciones en arameo, volviendo a subir escaleras y saliendo para llegar a la taquilla. Mientras estoy subiendo, por cierto, la megafonia indica que el servicio está interrumpido. Para variar.
Llego a la taquilla, y el señor que está allí me atiende y me entrega los documentos que le reclamaba. Bueno, eso después de diez minutos en los que se dedicó, una vez se lo había pedido ya, a remover papeles, dar vueltas por la taquilla cual gallina sin cabeza, hablar por teléfono, salir para poner un cartel diciendo que el metro no funciona (por cierto, que debería hacerles pensar algo el que en esos carteles, que son del tipo pizarra blanca, para escribir y borrar, tengan ya por defecto el “servicio en la línea 1 interrumpido”, y ni se molesten en borrarlo, porque es sintomático) y, en general, rascarse los cojones a dos manos. Y una vez que se puso conmigo, tardó otros diez minutos en rellenar los campos de información de la hoja de reclamaciones. Que teniendo en cuenta la cantidad de cosas que hay que apuntar, es algo que cualquier persona con el graduado escolar o incluso un mono de feria medianamente amaestrado haría en dos, pero en fin... Por supuesto, no me habían hecho perder aún suficiente tiempo, porque cuando ya lo tenía todo apuntado, por megafonia informaron que el servicio estaba reestablecido, y dicho señor, haciendo gala de una inteligencia y una perspicacia inusitadas, qué hizo? Coger los papeles y mi DNI, salir de la taquilla, entregármelos y aprovechar para retirar el cartel que indicaba que el metro no funcionaba? NO! Dejar de atenderme, salir a recoger el cartel, hablar por teléfono y sólo después, entregarme los papeles por la ventanilla!
Y lo peor del caso es que cuando después llamé al teléfono de información y reclamaciones de TMB, el chico que muy amablemente me atendió me confirmó que el servicio había estado interrumpido durante veinte minutos (lo siento, pero yo estaba allí y me consta, porque lo sufrí que los metros, o al menos aquel en el que yo iba, estuvo un mínimo de treinta minutos parado) por “una incidencia técnica” en la estación de Universitat... pero no supo darme razón de por qué. Y claro, cuando uno no sabe si ha sido porque un tren se ha salido de las vías, porque alguien se ha intentado suicidar por el expeditivo método de saltar delante de las mismas al paso del tren, o porque alguien se aburría y se ha dicho “va, vamos a joder a los usuarios!”, y habiendo sufrido en propias carnes taaaaaantas veces su forma de “trabajar”, pues qué quiere que le diga... le da por pensar en lo último.
Atentamente, y esperando recibir respuesta a esta reclamación y las que le comenté en el segundo párrafo antes de la jubilación (para lo que faltan aún unos treinta y cinco años, tómeselo con la calma acostumbrada),
PS: Esta reclamación, como es habitual, será publicada el próximo martes 4 de Julio en el blog personal del que suscribe, para hacer escarnio público de la actitud de TMB para con sus usuarios y de las personas de sus responsables.
Formulario núm. 66117
OCTAVA reclamación en lo que va de año. Y la última aún no la he podido entregar... Por si no había tenido bastante con lo que le explicaba en la última carta (formulario 37715), hoy lunes 3, cuando llego al metro me encuentro con que NO FUNCIONA. De nuevo. En hora punta. Y no sólo nadie me sabe dar razón de por qué no funciona, sino que cuando intento averiguarlo en el teléfono de información (y, se supone, de reclamaciones) de TMB, se me hacen los dignos y me cuelgan. De verdad que cada vez estoy más tentado de prenderles fuego a los trenes (y a los responsables), a ver si así empiezan a correr de una puta vez.INÚTILES
4 comentarios:
No lo voy a colgar aquí, porque sería ya saturación (en todo caso, y según como esté de quemado, lo pondré como comentario), pero que sepan que esta mañana la línea 3 (verde) nos ha tenido parados diez minutos en la estación de Paral·lel, y quince minutos más en Les Corts. Después de pelearme con taquilleros y teleoperadores de "Atención al Cliente" (JA!) he conseguido que me digan que ha sido "por una avería" (sin que sepan especificarme cual) y que no se ha avisado al público "por si se podía reparar rápido". Su puta madre. En fin, que esta tarde, va la NOVENA reclamación del año.
Sólo para que lo sepan.
Me parece increíble que todavía no te hayan hecho miembro VIP o algo. Con todo lo que reclamas deberían regalarte el bono transporte de por vida...
Y es que encima, no aprenden y siguen haciendo de las suyas!
La reclamación es simplemente genial. Entiendo que no te contesten, seguramente se lo pasan tan bien leyendo tus reclamaciones, que te joden sólo para que envíes más y puedan seguir partiéndose el... Paciencia, y buenos alimentos.
Despues de leer tus reclamaciones y de oir lo siguiente yo casi que iría en parapente o saltando por los tejados, por seguridad y para ahorrar tiempo más que nada:
http://www.cadenaser.com/player.html?audioFile=20060705csrcsr_10.Aes
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