No hay nada como el hogar (puede contener SPOILERS)

La RAE no admite el término serendipia. La Wikipedia, por su parte, lo define como "un descubrimiento científico afortunado e inesperado que se ha realizado accidentalmente" (aquí). Sin embargo, habitualmente se usa ese término con el sentido de "estar en el sitio justo en el momento oportuno" (o en el sitio erróneo en el momento equivocado, según).

Les cuento todo esto porque el sábado, coincidiendo con la víspera de las elecciones, con el cuarto (desgraciado) aniversario del accidente del Yakolev, en el mismo día en que murió (otro) soldado español en Afganistán, en... había más efemérides, pero no las recuerdo ahora mismo, me disculparán, mi hermano tuvo a bien dejarme Homecoming. O, como la han traducido aquí El ejército de los muertos. Lo cual no es un desastre de las proporciones que tuvo el traducir Dellamorte Dellamore por Mi novia es una zombie, pero aún así manda cojones...

Y ya es serendípia, créanme. Porque Homecoming (me niego a usar el horrísono nombre que le ha puesto la distribuidora) es una película (bueno, en realidad es un capítulo de una serie de televisión, Masters of Horrors, pero se estrenó en Sitges como película -y se llevó un (merecido) premio especial del jurado y un (merecidísimo) premio al mejor guión-, y se ha editado -junto con todos los demás títulos de la serie, creo- aquí como películas, con mogollón de extras que aún están pendientes de ver) que habla de todo eso. Y encima, salen zombies y escenas de sadomaso (light y aptas para todos los públicos, pero sadomaso). Qué más puede querer una persona humana?

Sitúense. Campaña electoral a las presidenciales yankis. Con Irak yendo como va. Programa de televisión de debate político facha (para que se hagan una idea, como lo que puedan hacer aquí Libertad Digital TV o Telemadrid, por poner dos ejemplos tontos), donde están entrevistando a uno de los asesores de campaña de Bush (y lo de Bush no es un juicio de intenciones mio, hablan EXPLÍCITAMENTE de Georges Bush), y donde participa también una sosías de Anne Coulter, que, para que se hagan una idea, viene a ser como una Isabel Sansebastián pero en facha, mentirosa, faltona, cutre, putón, trepa y ridícula. Sí, MÁS de todo eso que la Sansebastián. Conectan en directo con la madre de un soldado muerto en Irak, que le pregunta al asesor (entre hipidos y a punto de llorar, claro) que cómo tiene arrestos de pedir el voto para un tío que les ha metido en una guerra que ha matado a su hijo, a base de mentiras. Y, para salir del paso, el asesor hace una frase muy bonita, de esas que a los descerebrados-que-ustedes-saben les gustan tanto, diciendo que ojalá todos los soldados muertos pudieran volver porque estaba seguro que estarían orgullosos de su ejército y su presidente y volverían para votar por él.

Cuidado con lo que deseas, porque podría volverse realidad...

Porque los soldados muertos en Irak empiezan a volver. Como zombies. No van por ahí diciendo cereeeeebros ni comiéndose a la gente, cpero se ve láramente que son zombies. Por lo de estar medio podridos y tal, y porque no se les puede matar. Y el que no vayan por ahí diciendo cereeeeebros ni comiéndose a la gente pone muy nerviosos a los jefes de campaña de Bush, especialmente cuando los zombies empiezan a hacer campaña en su contra... y cuando descubren que la única forma de matarlos es dejándolos votar. Votan, y se caen al suelo muertos. Pero muertos de verdad, no de los que caminan. Y se imaginan a quién votaban? Les doy una pista, el sistema político yanki es bipartidista... Exacto, al otro. Ese no dicen quién era, pero da igual.

Finalmente, tras mucho ir y venir, con intentos de coacción a un zombie y todo (el de la madre de la tele), que acaba con la única escena realmente violenta de la película (y aún queda casi todo fuera de plano), acaban dándose cuenta de que lo único que pueden hacer es dejarles votar... Y amañar los resultados. Y aquí viene el único punto realmente criticable de la película, porque entonces, lo que hacen los muertos, es, según la voz en off del narrador (a la sazón, el asesor de campaña) lo que siempre han hecho los ejércitos en estas circunstancias: Pedir refuerzos. A mi modo de ver, eso es cierto, pero tan cierto (y tan adecuado a lo que pasa en la película) como eso hubiese sido decir lo que siempre han hecho los ejércitos en estas circunstancias: Dar un golpe de estado. Porque eso es lo que hacen. Las dos cosas. Piden refuerzos a los otros muertos de las otras guerras (fantástica panorámica del cementerio de Arlington con la tierra levantándose debajo de las cruces): Golfo, Balcanes, Corea, Vietnam... Y dar un golpe de estado, apoderándose de Washington. Pero lo del golpe de estado no lo dicen, que la peli es yanki y una cosa es criticar al gobierno (oh, blasfemia!) y otra muy distinta, criticar al ejército, supongo.

También hay, por enmedio, el drama personal del asesor de campaña y su hermano que él creía muerto en Vietnam pero a quien en realidad mató él jugando con la pistola con la que el hermano pensaba suicidarse cuando volvió de Vietnam, suicidio interrumpido cuando la mamá de ambos le llamó para que la ayudara a subir la compra (así explicado suena muy surrealista, soy consciente), y que da pié a una de las mejores frases de la peli, que, desgraciadamente, fuera de contexto pierde gran parte de su fuerza: "BANG! Estás muerto! Levántate! BANG!". Pero en realidad, eso es bastante anecdótico, y sólo sirve para sustentar la moralina final "olvidé que no se debe tratar con la vida de la gente como si fuera un juego".

Una GRAN película. Y, lo que es más difícil, una GRAN película de zombies. Porque películas de zombies hay a paladas, pero buenas, lo que se dice buenas, probablemente solo haya dos: La noche de los muertos vivientes (la primera, la original, la de Romero) y Yo anduve con un zombie (de Torneur). Ambas (o ambos autores, para ser más exactos), por cierto, tienen un nada disimulado homenaje en el metraje de esta. No es casualidad que la Universal no los incluyese en su catálogo de monstruos, y que la Hammer sólo hiciese una incursión en el tema, y en una de sus pelis más olvidadas (tanto, que tendría que ponerme a revisar bibliografía para recordar el nombre, y no me apetece). Es muy fácil dar asco, dar risa o provocar angustia con un zombie, pero tremendamente difícil dar miedo. Y tampoco son lo que se dicen personajes agradecidos a la hora de escribir diálogos profundos, ágiles y entretenidos.

Joe Dante (porque no lo había dicho, pero la peli es de Dante, el mismo de Piraña, Aullidos, las dos Gremlins o -la inencontrable y maravillosa- Matineé), por su parte, no consigue dar miedo. No con los zombies, al menos. Ni risa, aunque haya algunas escenas de comedia involuntaria auténticamente descacharrantes. Ni, mucho menos, asco. Sus zombies no son descerebrados ni máquinas de matar. Son, sencillamente, patéticos. Y, por favor, léanse la definición, que "patético" no significa lo que la mayoría de la gente se cree que significa. La primera escena en que aparecen, cuando el soldado que está de guardia en la base a la que han llegado los ataúdes los ve, ve que no puede matarlos, y cae de rodillas, balbuceando y creyendo que se lo van a comer vivo, y los zombis pasan de largo, le palmean en el hombro y le dicen "descanse, soldado" te pilla tan a contrapié que no sabes cómo reaccionar. La escena en que el primer zombie va a votar y resulta que era un amigo de infancia de la chica que está en la mesa electoral, quien, tras caer al suelo muerto después de haber votado, se arrodilla a su lado y le pone en la solapa la pegatina de "I've voted", es emocionante. Y la escena en que va un zombie solitario por la calle, en medio de una tormenta, y un hombre sale a la calle, le llama, le hace entrar en casa para que no se empapen y él y su mujer se ponen a hablar con él, a darle su apoyo y a explicarle que tienen un hijo en Irak y que todo lo que pueden hacer es rezar para que vuelva vivo, es directamente para arrancar a llorar como una pepa. Y las escenas de comedia ("- Pero cuántos pueden ser en total? Doscientos? Doscientos votos no van a decidir el presidente! - FLORIDA!") resultan descacharrantes.

Si buscan un gore con zombies, no es lo suyo, desde luego. Si buscan una buena película, con un buen guión, con una historia, con un mensaje e, incluso, con una moralina, que además de la casualidad de que tiene zombies, ya tardan en hacerse con ella. Yo es una peli que me pienso comprar.

Un nueve.

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